Cuando el nombre de Bob Dylan salió de los votos del Comité de los Nobel, nadie se podía imaginar que el poeta estadounidense iba a dar tanta guerra. La Academia Sueca le otorgó el galardón por "haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción" y Dylan desapareció. Desde el día en el que se hizo público, el 13 de octubre, hasta el 29 del mismo mes nadie supo nada de él.

Confirmó que lo aceptaba. “¿Qué si acepto el premio? Por supuesto”, le aseguró a una insistente Secretaria de la Academia. Lo quería pero lo de ir a recogerlo ya era otra historia. Dylan decidió enviar una carta de agradecimiento y a su gran amiga Patti Smith.

La cantante estadounidense no dudó ni un segundo en hacerse pasar por Dylan y acudió a la ceremonia. Pero no ha acabado ahí. Smith ha interpretado una de sus mejores canciones:  A hard rain's a-gonna fall. Durante la actuación ha tenido que parar para pedir disculpas, "lo siento, estoy muy nerviosa". Dylan los había vuelto locos a todos.

El resto de la ceremonia ha pasado sin más incidentes. El primero en recibir el premio, como es tradición, ha sido Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, que había sido galardonado con el premio Nobel de la Paz por firmar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el pasado mes de octubre.

Emocionado y con su familia en primera fila, Santos ha asegurado que recogía este galardón "en nombre de todos los colombianos" y, en especial de las víctimas, refieréndose concretamente a las siete que habían acudido a la ceremonia celebrada en el Ayuntamiento de Oslo, entre las que destacan la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt y su ex asesora Clara Rojas, que han viajado en representación de los ocho millones de afectados por la guerra en Colombia.

Además, ha querido recalcar que el Nobel "no es de ningún presidente ni de ningún gobierno, sino de todo el pueblo colombiano", en relación con las críticas que recibió la decisión del Comité Noruego al otorgarle este premio.

Tras agradecer a los miembros del Comité el galardón y alzando la voz, Santos ha afirmado que "la guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de Colombia, ha terminado".

La entrega de éste Premio Nobel ha servido como apoyo al presidente colombiano en el proceso de Paz al que se enfrenta su país. "En un momento en que nuestro barco parecía ir a la deriva, el premio fue el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino: ¡el puerto de la paz!", ha asegurado durante la ceremonia, antes de añadir que "hay una guerra menos en el mundo y es la de Colombia".

También ha hecho hincapié en la postura de los más perjudicados por esta guerra civil: "Las víctimas quieren la justicia, pero más que nada quieren la verdad. Mientras muchos que no han sufrido en carne propia el conflicto se resisten a la paz, son las víctimas las más dispuestas a perdonar, a reconciliarse, y a enfrentar el futuro con un corazón libre de odio".

Durante toda la ceremonia ha recordado al Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García-Marquéz, y ha citado una de sus frases para definir la situación actual de su país: "Aquellas estirpes condenadas a cien años de soledad tienen por fin una segunda oportunidad sobre la tierra".

Medicina, Física, Química, Economía y Literatura

Santos ha sido el primero en recibir en galardón en esta ceremonia de los Nobel en Oslo. Horas después, en Estocolmo el rey Carlos Gustavo de Suecia ha entregado los garlardones de Medicina al japonés Yoshinori Ohusmi, por descubrir el mecanismo de la autofagia de las células.

 

El de Física por "sus descubrimientos teóricos de materiales topológicos y transiciones de fase topológicas" a los ingleses David J. Thouless, ahora profesor emérito de la Universidad de Washington, y F. Duncan M. Haldane, de la Universidad de Princeton, y el escocés Michael Kosterlitz, de la Universidad de Brown.

 

A continuación, premió a los investigadores Jean-Pierre Sauvage (Universidad de Estrasburgo), Sir J. Fraser Stoddart (Northwestern University, Evanston) y Bernard L. Feringa (Universidad de Groninga). Se trataba del galardón de la Academia Sueca en la disciplina de Química por "su desarrollo de máquinas moleculares miles de veces más finas que un pelo".

 

Por su parte, Oliver Hart, británico y profesor de la Universidad de Harvard, y Bengt Holmström, finlandés y docente en el Massachusetts Institute of Technology han recibido el Nobel de Economía por sus aportaciones a la Teoría de los Contratos. "Nos han demostrado que los contratos tiene que ajustarse y que benefician al individuo si tienen un equilibrio entre las partes", ha asegurado el Comité al entregárselo a ambos.