El lehendakari Iñigo Urkullu dará plantón a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y al nuevo delegado del Ejecutivo español en Euskadi, Javier De Andrés, en el acto de toma de posesión que se celebrará el próximo lunes en Vitoria. La negativa a acudir la han dado a conocer hoy fuentes del Gobierno vasco asegurando que la figura del delegado del Gobierno no tiene cabida en una comunidad autónoma "singular" como la vasca y menos aún para avalar a un nuevo representante que se ha reafirmado en los numerosos recursos interpuestos por su antecesor, Carlos Urquijo, contra normas y decisiones aprobadas por el Parlamento y el Gobierno vasco.

La ausencia de Urkullu responde a razones "de fondo y forma", apuntan desde el Gobierno de Vitoria que sin embargo sí contará con representación oficial en la figura de su consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka. Junto a él, acudirán representantes de la judicatura en Euskadi, de las formaciones políticas y de la sociedad civil vasca.

Tampoco acudirá a la Conferencia de Presidentes

Esta ausencia de Urkullu se suma a la que también ha anunciado para la cumbre de presidentes autonómicos del próximo día 17. El lehendakari ha reclamado una relación "bilateral" y diferenciada al margen del resto de comunidades autonómicas por la "singularidad" de Euskadi. Urkullu, que en su condición de lehendakari ejerce como representante del Estado en el País Vasco, recuerda que el delegado que el lunes se renueva representa "al Gobierno" y no al Estado.

Precisamente el relevo de Urquijo al frente de la delegación  de Gobierno ha sido interpretada como un gesto de Rajoy hacia el PNV, que en reiteradas ocasiones a lo largo de sus cinco años de mandato, ha denunciado la actitud de Urquijo y su férrea política de recursos judiciales contra normas vascas.

Aduce diferencias de "fondo y forma" con la figura del delegado del Gobierno

La decisión del lehendakari se suma a los mensajes que durante estos días está lanzando el PNV remarcando el enfriamiento en las relaciones con el PP. Fuentes de la formación nacionalista insisten en que, por el momento, no se han producido cambios significativos que permitan augurar un apoyo del PNV a las cuentas de Rajoy para 2017, "de las que no conocemos ni una línea", recuerdan. Desde Sabin Etxea reiteran que la prioridad para el PP pasa por alcanzar un acuerdo con el PSOE, opción por ahora lejana.

El acercamiento entre la administración vasca y la estatal acumula ya varios episodios. El primero de ellos fue la reunión entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro y el consejero de Economía vasco, Pedro Azpiazu, para negociar la liquidación y renovación del Cupo vasco. Junto a ello se ha producido un desbloqueo en los tramos más retrasados del Tren de Alta Velocidad vasco, así como un compromiso para abordar su acceso soterrado a las capitales vascas. Por su parte, el nacionalismo vasco ha respaldado al PP en varias decisiones y al Gobierno de Rajoy en aprobar el techo de gasto para este año.

Sin cita con Rajoy desde 2014

La ausencia de Urkullu en el acto del lunes al que acudirá la vicepresidenta del gobierno complica aún más el encuentro que el lehendakari reclama desde hace meses a Rajoy. Por ahora, no existe ninguna fecha para volverse a ver. La última reunión entre ambos mandatarios data de septiembre de 2014.

Tampoco la cita que debían mantener el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el líder de los populares, tiene fecha. En este caso la relación entre los dos dirigentes sí ha avanzado, con numerosas llamadas y contactos pero sin ninguna reunión hasta el momento.

La visita del lunes de Sáenz de Santamaría será la segunda desde la toma de posesión del nuevo Gobierno. La vicepresidenta acudió a la toma de posesión de Urkullu a finales de noviembre. Entonces mantuvo contactos no sólo con miembros del Ejecutivo vasco, sino también con los dirigentes del PNV.