Todo es falso, una invención de Félix Millet y Jordi Montull para evadir su propia responsabilidad en el desfalco del Palau de la Música. Ese ha sido el eje argumental de Daniel Osácar este jueves ante el tribunal que juzga en Caso Palau, y exactamente el mismo argumento ha ofrecido Artur Mas a la prensa poco antes de participar en un acto organizado por Ómnium Cultural sobre la futura república catalana. Un argumento en el que ha vuelto a insistir este viernes en una entrevista concedida a Rac1, en la que ha asegurado que Millet y Montull "lo han intentado todo para no entrar en prisión. Cuando llega el momento del juicio, llega el sálvese quien pueda". Mas se ha excusado alegando que no conocía la existencia de los convenios entre el partido y el Palau ni sabía nada de las finanzas del partido. "No me ocupaba".

Quien fuera primero secretario de organización y después presidente de Convergencia Democrática durante el periodo investigado por la Fiscalía anticorrupción en relación con el caso Palau ha asegurado que las acusaciones de Millet y Montull "son pura invención". Unidad férrea entre la antigua cúpula de CDC y la defensa del partido y Osácar, mientras la dirección del PDCat guarda silencio.

El ex presidente de la Generalitat ha expresado su total confianza en Osácar, señalado por Félix Millet y Jordi y Gemma Montull como la persona que recogía los pagos de comisiones de la constructora Ferrovial a Convergencia a cambio de adjudicaciones de obra pública a través de la trama orquestada en el Palau de la Música. Unas acusaciones que Mas ha rebatido con dos mensajes: "Primero, la plena confianza en Osácar, absoluta, total. Segundo, que muchas de las cosas que se dijeron el primer día eran mentira". Unos argumentos que el ex president tendrá que repetir en el Parlament, puesto que la oposición en pleno -CUP incluida- se ha unido hoy para presentar una petición conjunta de comparecencia por el Caso Palau.

Mintieron para rebajar sus penas

Mas ha asegurado que el entonces tesorero de Convergencia "ha dado una versión muy clara, muy rotunda y muy honesta en el sentido de que las acusaciones que se le han hecho son pura invención, pura mentira y una manera de protegerse por parte de alguna gente que necesitan rebajar sus penas porque es manifiesto que estuvieron robando dinero del Palau de la Música". En la misma línea se ha expresado el portavoz del PDCat en el Congreso, Francesc Homs, quien ha asegurado que "entre creer a un delincuente confeso como Millet y a Daniel Osácar, me quedo con la versión de Osácar".

En la misma línea argumental, el coordinador de la defensa de Osácar y Convergencia en el Caso Palau, Francesc Sánchez, aseguraba en declaraciones a Catalunya Ràdio que "la Fiscalía no ha aportado ninguna prueba que demuestre que las adjudicaciones se hicieran de forma fraudulenta" y señalaba que las donaciones de Ferrovial a Convergencia no tienen por qué ser ilegales.

A lo que no se han referido Mas, ni Homs ni Sánchez es a la numerosa documentación aportada por la Fiscalía Anticorrupción fruto del registro del Palau, en la que figuran anotaciones de los pagos de Ferrovial y el reparto de esos pagos entre "Daniel" y GPO. Documentación que ha sido validada tanto Millet como los Montull, que han identificado a "Daniel" con Osácar y GPO con los propios responsables del Palau respectivamente durante estos dos días de declaraciones. El primero se quedaba el 2,5% del 4% pagado por Ferrovial en comisiones, mientras Millet y Montull se repartían el 1,5% restante, según han reconocido ante el juez.

Mas y Homs han sido los únicos dirigentes del PDCat que han salido hoy en defensa de Osácar. Tras el chaparrón del miércoles en el Parlament, el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha evitado esta cuestión, igual que la dirección del PDCat. De hecho su coordinadora general, Marta Pascal reunió a la ejecutiva del partido, sin Artur Mas, para marcar la estrategia del partido ante el golpe que suponen las confesiones de los responsables del Palau. Una estrategia que pasa por cortar amarras con la herencia de Convergència y denunciar sin complejos la corrupción, como hizo ella misma el lunes, y apoyar en el Parlament la comparecencia de Mas para que de las explicaciones pertinentes.