El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha anunciado hoy que no presentará su candidatura para su reelección al frente del sindicato en el XI Congreso Confederal que se celebrará entre el 29 de junio y el 1 de julio, han informado a Efe fuentes cercanas al sindicato. Le sucederá el secretario general de Comisiones Obreras de Euskadi, Unai Sordo.

Fernández Toxo tenía previsto anunciar su decisión en la reunión mantenida hoy por el Consejo Confederal de CCOO con carácter extraordinario para debatir los objetivos del congreso.

El Consejo Confederal es el máximo órgano de dirección entre congreso y congreso, está compuesto por el comité de dirección confederal, incluido el secretario general, así como un representante de cada federación estatal, confederación y unión regional y sus decisiones se adoptan por mayoría simple. El Congreso se convoca cada cuatro años y en él están presentes la Ejecutiva Confederal y los delegados representantes de las federaciones estatales, confederaciones y uniones regionales.

Perfil

Con casi 65 años de edad, Ignacio Fernández Toxo ha dedicado su vida al sindicalismo más puro, el surgido en plena dictadura que le llevó a la clandestinidad y que en su etapa final ha tratado de revitalizar atrayendo nuevas ideas y talento necesarios para regenerar el sindicato en pleno siglo XXI.

Electricista de profesión y sindicalista por vocación, Toxo (El Ferrol, 1952) comenzó su andadura laboral como trabajador de la Empresa Nacional Bazán, donde ingresó como aprendiz con 14 años, y en seguida tomó contacto con la actividad sindical.

Serio hasta cuando sonríe, el carácter tímido y reservado de Toxo estuvo marcado por una infancia en una pequeña aldea gallega, donde posteriormente haría sus primeros pinitos como sindicalista al lanzar huevos rellenos de tinta contra la pantalla de un cine que proyectaba Boinas Verdes.

Junto al ex secretario general de UGT Cándido Méndez, convocó tres huelgas generales

Vivió con mucha intensidad las movilizaciones del 10 de marzo de 1972 en El Ferrol, en las que perdieron la vida dos compañeros del astillero en el que trabajaba, Amador Rey y Daniel Niebla, una pérdida que tiene siempre muy presente, cuentan sus más allegados, acudiendo cada año al homenaje que les rinden. Él fue detenido y encarcelado durante unos meses, para pasar después a la clandestinidad que le llevó a utilizar una identidad falsa durante cuatro años, Ángel Luna González, si bien su "nombre de guerra" con el que siguió actuando era Felipe.

La Ley de Amnistía, aprobada en octubre de 1977, supuso un punto de inflexión para la actividad sindical y Toxo pudo recuperar sus derechos y su empleo en el astillero naval de Bazán, donde fue presidente del Comité Intercentros. A partir de este momento, la actividad de Toxo, salvo un periodo en el que ejerció responsabilidades territoriales en Galicia, estuvo siempre vinculada al sector metalúrgico dentro de CCOO, la rama más grande e importante y con mayor tradición sindical.

Llegó a Madrid al acceder a la Secretaría General de la Federación del Metal de CCOO en 1987, con sus hijos aún pequeños y con la ventaja de que su mujer es madrileña.

Desde 1995 y con la fusión del metal y la minería, Toxo es nombrado secretario general de la Federación Minerometalúrgica, cargo que deja en 2004, cuando es elegido miembro de la Comisión Ejecutiva de CCOO en el 8º Congreso de la organización, con el cargo de secretario de Acción Sindical y Políticas Sectoriales.

En 2008 es elegido secretario general de CCOO en un Congreso "dramático y de infarto"

Desde su posición, participó en la Comisión de Seguimiento de Diálogo Social, así como en las Mesas de trabajo constituidas para el desarrollo de las materias contempladas en la Declaración para el Diálogo Social. También negoció y suscribió el Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva en representación de CCOO, junto con los representantes sindicales de UGT y de las organizaciones empresariales.

El 20 de diciembre de 2008 es elegido secretario general de CCOO en un Congreso "dramático y de infarto", aseguran desde su entorno, ya que tradicionalmente se permitía continuar al líder hasta agotar su mandato (en total 12 años). Aunque ya se había presentado a la Secretaría General en 1999 (finalmente se retiró), en esta ocasión la inercia de mantener al líder fue cortada por Toxo quien, con un escaso margen de 28 votos, le arrebató el puesto a Jose María Fidalgo y logró "una empresa titánica".

En ese momento, parecía impensable que pudiera surgir una candidatura alternativa al por entonces líder de CCOO, con un escaso margen de tiempo y logrando los apoyos necesarios para optar al cargo, algo que, reconocen sus colaboradores más estrechos, "tuvo incluso un punto desagradable". No obstante, añaden que uno de los grandes méritos atribuibles a Toxo fue unificar una organización que se había quedado "partida por la mitad" en un marco de tensión, logrando formar un equipo a los pocos días en el que participó todo el mundo.

Uno de sus méritos fue unificar una organización que se había quedado "partida por la mitad"

Junto al ex secretario general de UGT Cándido Méndez, convocó tres huelgas generales (septiembre de 2010, marzo de 2012 y enero de 2013) promovidas contra las políticas del Gobierno; las dos primeras, contra el de José Luis Rodríguez Zapatero y la última, contra el de Mariano Rajoy.

Pero no parece que vayan a ser las últimas, habida cuenta del programa de manifestaciones, movilizaciones y paros que ha organizado junto al actual líder de UGT, Pepe Álvarez, en los últimos meses y que, avisan, "no han terminado".

Tras 40 años vinculado al sindicalismo, de lo único que se lamenta es de situaciones cuyas consecuencias ha sufrido pese a que se escapaban a su control, como fue el caso de las tarjetas black de Caja Madrid, en el que han estado implicados seis consejeros nombrados a petición de CCOO entre los más de 60 imputados.