Luis García, ex diputado del PSC, ha reconocido que los ex dirigentes convergentes Macià Alavedra y Lluis Prenafeta cobraban un 4% por sus labores de "intermediación privada" que consistían en poner en contacto a empresarios para que invirtieran en proyectos urbanísticos.

Este imputado, apodado Luigi, al que la fiscalía llama "el conseguidor" ha defendido la legalidad de las obras que llevó a cabo en varios ayuntamientos catalanes como Santa Coloma que regía el también acusado Bartomeu Muñoz que declaró el pasado martes.

Comisión repartida

Sin embargo, ha explicado que se repartió una comisión del 4% con los ex dirigentes convergentes que les supuso a cada uno unos ingresos de 637.000 euros en dos operaciones urbanísticas llevadas a cabo en los municipios de Barcelona, San Andrés de Llavaneras y Badalona.

El ex diputado del PSC ha defendido la legalidad de estas mordidas. Sin embargo, la fiscal sostiene que García, Alavedra y Prenafeta se pusieron de acuerdo "ante una importante modificación urbanística", ya que podían "influir fácilmente en la misma dado el dominio en el ámbito de las administraciones públicas que ostentaba" el ex parlamentario. Y que los tres sabían que el beneficio que iban a obtener era "ilícito".

De político a consultor

García ha explicado que se dedicó a la política entre 1973 a 1992 y que después se reconvirtió en promotor urbanístico y consultor. Sin embargo, ha manifestado que no ha presionado para conseguir adjudicaciones, aunque en una grabación telefónica del 11 de marzo del 2009 le comentó a otra persona: "Eso ya está pasteleado" en relación a un obra en Santa Coloma.

No obstante, al igual que Muñoz, ha negado que él dirigiera en la sombra el área de urbanismo de Santa Coloma. "Bartomeu Muñoz jamás hubiera dejado que ninguna persona ajena al ayuntamiento hubiese manejado nada". Por ello, rechazó que haya tenido algún "poder" en el consistorio.

Asimismo, ha descartado que él fuera el conseguidor como le ha calificado la fiscal. No obstante, ha reconocido que su "intención" era "ganar dinero" con las operaciones urbanísticas que llevó a cabo en varios ayuntamientos.

Además, ha justificado un pelotazo de 1,5 millones de euros en el 2003 que obtuvo por la venta de acciones de un centro comercial de Santa Coloma en tan solo 17 días porque se había revalorizado el mercado.

Inversiones en inmuebles

García también ha admitido que nunca ha ocultado la procedencia de las comisiones y ha reconocido que ganó más de 6,5 millones de euros desde el 2001 hasta el 2009, aunque la policía eleva esta cantidad hasta los ocho millones de euros.

El ex diputado socialista invirtió esta capital en la compra de inmuebles cuyas hipotecas, según su versión, pagaba con alquileres. También ha admitido que adquirió coches de alta gama, a pesar de que no tenía carnet de conducir, porque eran vehículos de empresa. Y que desde hace muchos años compró obras de arte, a pesar de que "este es un mundo muy complicado".

García, a preguntas de la fiscal Ana Cuenca, se ha presentado como un innovador en el desarrollo  de proyectos urbanísticos y se ha quejado de que ahora está "en el paro desde el 2009 porque no puedo operar porque tengo todo embargado".

El tercer arrepentido

Previamente, el empresario Manuel Carrillo ha reconocido que pagó mordidas al ex alcalde de Santa Coloma Bartomeu Muñoz como se escuchó en una grabación en la sesión del lunes. Tras este reconocimiento, la fiscal ha rebajado su petición inicial de tres años de cárcel por cohecho por seis meses y multa de 12.450 euros.

Este condenado ha quedado exento de volver al juicio al igual que la amiga de Maciá Alavedra, Gloria Torres, y el intermediario Philip Mac Magan, que también han quedado fuera de la vista tras reconocer los hechos.