Manuela Carmena es uno de los grandes símbolos del municipalismo en Podemos, y su nombre está en boca de los principales dirigentes del partido como ejemplo de Gobierno del cambio. No ocurre así a la inversa. La alcaldesa de Madrid huye de los vínculos que le unen con el partido morado, en un intento por mantener su independencia que le ha llevado este martes a renegar del líder de la formación morada, Pablo Iglesias.

"¿Ve usted a Pablo Iglesias como presidente de Gobierno?", ha sido preguntada en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum. Carmena ha intentando zafarse de la cuestión, en su empeño por mantenerse al margen de la política estatal. Una excusa que en esta ocasión admitía matices, como le ha reseñado el moderador, puesto que "Pablo Iglesias es su socio". Este argumento ha hecho saltar como un resorte a la alcaldesa: "Pablo Iglesias no es mi socio", ha respondido, tajante. Una dura afirmación que ha querido suavizar a renglón seguido: "Es un buen amigo, un gran político y una persona con la que tengo amistad", ha reseñado. "Me parece una persona extraordinariamente inteligente pero no somo socios".  "Ahora mismo no tengo sociedad ninguna con nadie. Soy independiente", ha insistido.

Las evasivas de Carmena responden a su intención de mantenerse al margen de la guerra de liderazgos de Podemos en el plano estatal. Sobre el municipal, ha ratificado que no volverá a presentarse como alcaldesa: "No me voy a presentar, eso está claro", ha dicho, asegurando que la sucesión se llevará a cabo bajo el modelo de primarias puesto en marcha por Ahora Madrid. Eso sí, ha querido insistir en la idea de que "lo municipal es diferente a la política del Estado". La alcaldesa ha querido apuntalar las diferencias entre ambos escenarios: "En el Estado, cuando hay Gobierno se puede designar un sucesor"; ha comenzado, "pero en lo municipal, el equipo se constituye con la elección", ha insistido Carmena.

Al ser preguntada sobre las posibilidades de Rita Maestre en la Alcaldía y de Iñigo Errejón en la Presidencia de la Comunidad de Madrid -ambos presentes en el encuentro-, Carmena les ha lanzado un guiño evitando entrar en el asunto en cuestión: "Tanto Rita como Iñigo son dos personas excelentes", ha reseñado. "A Rita le conozco mas porque he trabajado con ella", una razón que ha intentado salvar en el caso de Errejón: "A Iñigo le conozco menos pero tiene cara de ser buena persona".

Carmena reconoce los errores de Celia Mayer

La alcaldesa de Madrid no ha pasado por alto las últimas turbulencias de su gobierno municipal, y ha apuntado a las causas de la destitución de Celia Mayer como concejal de Cultura. Antes de comenzar, ha intentado asumir la responsabilidad de los errores cometidos -"muchas imputaciones que se le pueden hacer a ella me las tienen que hacer a mí porque yo soy la responsable del grupo municipal"-, y ha pasado a enumerar los desaciertos: "Es muy posible que no tuviéramos éxito en la designación del entonces director de Museo de San Sebastián", ha asegurado, en referencia a Santiago Eraso, el que fuera director de Madrid Destino que dejó su cargo el pasado septiembre a raíz del escándalo de los titiriteros.

Eraso, quien fuera persona de confianza de Mayer, ha sido el objetivo de las críticas de Carmena, que ha querido echar sobre las espaldas del gestor los errores cometidos: "Nos movimos en mucha diletancia y no fuimos capaces de conectar dos unidades imprescindibles: Madrid Destino, la gestora del Área de Cultura, y el Área de Cultura"; algo a lo que se añadió la "falta clara de línea de actuación en materia de Cultura", ha asegurado durante su intervención. En declaraciones a periodistas posteriores al encuentro fue todavía más lejos, asegurando que "Santi Eraso fue un problema porque teníamos muchas esperanzas y no supo abordar Madrid Destino". En este sentido, ha añadido que "sus errores se personalizaron en Celia Mayer", ahora concejal del nuevo área de Igualdad.

Carmena, que por ahora asume personalmente la concejalía de Cultura, ha asegurado que esta situación es provisional, y ha dejado la puerta abierta a nombrar a un sucesor, de forma que la anterior Concejalía de Cultura e Igualdad quedaría dividida en dos áreas distintas.