La Gestora socialista habría hecho llegar a Génova su disposición a facilitar un ejecutivo del PP en Canarias para desalojar a CC el poder, siempre según fuentes populares. Las malas relaciones entre socialistas y regionalistas canarios, tras la ruptura el pasado diciembre de su pacto de gobierno en las islas, sería el detonante de la posición del PSOE, que entiende que Coalición Canaria debe ser sustituida por una moción de censura después de 24 años ininterrumpidos de presidencia.

El escollo principal lo constituiría, sin embargo, el proceso de primarias socialistas con el riesgo añadido de dar más munición a la candidatura del ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Un acuerdo PP-PSOE en estos momentos reforzaría el argumentario sanchista de ese PSOE derechizado, el de Susana Díaz, que mira al PP, frente al que representa él de confrontación con los populares.  Por ello, cualquier fórmula de colaboración debería esperar que se sustanciara el liderazgo socialista. Otras fuentes del PP, sin embargo, matizan que si bien hay un cierto hartazgo entre un amplio sector de la ciudadanía canaria respecto a la perpetuación en el poder de CC, "ir de la mano con el PSOE es totalmente impensable ahora. Otra cosa es tras las comicios autonómicos y locales de 2019. En ese momento podría abordarse; hoy por hoy, no".

La negociación con el diputado Pedro Quevedo abordará la reforma de la ley electoral autonómica

Incluso parafrasean a Mariano Rajoy para recordar que uno de sus lemas es "no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti", por lo que abordar a media legislatura una moción contra Fernando Clavijo, aun a cambio de tener la presidencia de Canarias, puede resultar demasiado rompedor para el inquilino de la Moncloa más habida cuenta si depende en buena medida del voto de la diputada Ana Oramas.

Lo más próximo es esa negociación de un gobierno de coalición con CC, tal y como adelantaba El Independiente ayer, una vez pasen por el Congreso los Presupuestos Generales del Estado. Una colaboración que no debe interferir con el diputado Pedro Quevedo, de la formación de izquierdas Nueva Canarias, cuyo voto también es indispensable para sacar las cuentas de este año.

Desde el PP están convencidos de que con Quevedo no se trata tanto de una negociación de índole económico como política, cediendo en temas muy emblemáticos. Es el caso de la reforma electoral en las islas, que pasa porque Gran Canaria y Tenerife tengan cinco diputados autonómicos más cada una para compensar su representación por población. Cualquier reivindicación económica está contenida en el Régimen Económico y Fiscal de Canarias que la número dos del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente del Ejecutivo canario, Fernando Clavijo, renovaron en sus grandes líneas el pasado día 20.

El PSOE quiere Presupuestos

En este sentido, desde el PP comentan que el PSOE "está empujando a Quevedo para que apoye los Presupuestos", de modo que estos saldrían adelante como quieren; por otro lado, no pocos presidentes autonómicos socialistas sin enfrentar a Ferraz al dilema de tener que abstenerse para que las Cuentas superen el trámite de la Cámara. Cabe recordar que Quevedo se presentó a las elecciones generales en la lista socialista de Gran Canaria y ahora está en el Grupo Mixto.

Lo cierto es que algo se mueve en la política canaria, más determinante que nunca en el ámbito nacional por mor de esos exiguos 137 diputados, que exige un encaje de bolillos para conseguir mayorías suficientes con las que sacar adelante las principales iniciativas de la legislatura.