La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha aceptado la competencia para investigar los incidentes ocurridos el 11 de marzo en el casco antiguo de Pamplona, al poder ser constitutivos de un delito de terrorismo en concurso con desórdenes públicos, lesiones, daños, incendio y atentado.

Lamela adopta esta decisión en un auto después de que el juzgado de instrucción 4 de Pamplona se inhibiera a favor de la Audiencia Nacional ante la posibilidad de que los hechos delictivos fueran de carácter terrorista.

A causa de estos incidentes, tres jóvenes fueron detenidos acusados de participar en los disturbios provocados en la tarde del 11 de marzo en la capital navarra por el grupo autodenominado Errepresioari Autodefentsa, en los que se arrojaron piedras contra la Policía Nacional, se reventó un cajero y se dañaron comercios y contenedores.

En los razonamientos jurídicos del auto emitido este lunes por la Audiencia Nacional se detalla que los tres detenidos procedían de la localidad guipuzcoana de Rentería y que acudieron a la manifestación portando "sacos con piedras y material pirotécnico así como capuchas para dificultar su identificación".

En las descripción de los altercados, la magistrada recuerda que los tres jóvenes fueron detenidos "tras arrastrar un contenedor de vidrio volcado" hasta la plaza de Navarrería y "arrojar por la calle del mismo nombre otro contenedor ardiendo". Además, uno de los detenidos se "abalanzó" sobre los agentes cuando iban a proceder a su detención y los otros dos consiguieron huir en un primer momento, aunque fueron interceptados más tarde.