El Gobierno vasco pide "máxima prudencia" a los mediadores civiles que completarán el proceso de desarme de ETA para que "eviten cualquier situación que pudiera enturbiar el fin principal del desarme". Fuentes del Ejecutivo de Iñigo Urkullu han evitado valorar hoy el comunicado de ETA en el que la banda se declara como una organización 2desarmada" y asegura que ya ha hecho entrega a los llamados "artesanos de la paz" su arsenal compuesto por armas y explosivos.

Por el momento el Ejecutivo ha optado por no valorar el contenido del comunicado de desarme de ETA y aplaza su posición hasta que el desarme pueda ser "confirmado" mañana. El Gobierno ya adelantó que su papel en el proceso culminaría mañana a las 10:30 horas de la mañana cuando comenzarán los actos del Día del Desarme en Bayona y en el que no participará.

En el comunicado dado a conocer esta pasada madrugada por ETA la organización terrorista alerta de que el proceso "no está acabado" y llega a advertir de que el mismo podría sufrir "ataques de los enemigos de la paz". Llega  incluso a situar la "garantía" del mismo en el nivel de apoyo que reciba la jornada prevista par mañana en Bayona y que concibe como un evento clave para "el apoyo del desarme". En el comunicado ETA afirma que tomó las armas "por el Pueblo Vasco y ahora las dejamos en sus manos para seguir dando pasos al objetivo de logra la paz y la libertad en nuestro Pueblo".

Las próximas horas serán claves para el desarrollo del proceso que según algunas fuentes podría completarse a última hora de la jornada o incluso de madrugada. El arsenal de ETA, que podría estar compuesto por apenas medio centenar de armas y 2.500 kilos de explosivos, estaría localizado en decenas de zulos sobre cuya localización habría informado ya ETA a los mediadores de la sociedad civil vascofrancesa y que próximamente estos pondrían en conocimiento de los representantes de la Comisión Internacional de Verificadores (CIV) y de las autoridades policiales y judiciales francesas. El temor a que a última hora un imprevisto pudiera frustrar la operación ha sido constante tanto entre los mediadores como en el propio Gobierno vasco que ha actuado de "puente" en el mismo, con una implicación directa del lehendakari Iñigo Urkullu.