Es un liderazgo inhabilitado pero incombustible. Lo ejerció en Herri Batasuna, lo mantuvo en Euskal Herritarrok, más tarde en Batasuna y ahora en Sortu. A sus 58 años Arnaldo Otegi volverá a ser la apuesta de futuro de la izquierda abertzale y del independentismo radical vasco en su pretensión de iniciar un camino unilateral similar al emprendido en Cataluña. El autoproclamado ‘polo soberanista’ hace meses que se prepara para iniciar la carrera de fondo que aspira librar con las instituciones. Lo hace reformando sus estructuras, renovando caras y moderando mensajes. Pero el líder, el faro al que todos miran y apenas nadie osa cuestionar será el mismo de siempre, el que siguen desde hace décadas; Arnaldo Otegi, quien a su larga trayectoria de liderazgos sumará el que ejercerá en EH Bildu.

El independentismo vasco culminará en apenas diez días su cambio de carrocería. La coalición EH Bildu se apuntalará para dotarlo de dirección propia, de estructura propia y de estatutos y documento político propio. Los cuatro integrantes de la coalición –Sortu, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba- han optado por apuntalar la sigla y coalición bajo la forma de partido único y en el que conviven. Aspiran convertir EH Bildu en la única seña de identidad del polo soberanista.

La cuestión que a pocos días de que el día 17 se proclame la renovada EH Bildu en su congreso en Bilbao, quedaba por dilucidar era quién lideraría el barco. Pocos dudaban de quién sería el capitán pero la semana pasada uno de los socios de mayor peso de la coalición, Eusko Alkartasuna (EA), levantó la voz: Otegi no era la mejor opción para captar nuevas sensibilidades en esa carrera por la independencia. El desgaste del dirigente nacionalista no sólo lo verbalizó el reelegido secretario general de EA, Pello Urizar, sino también las bases más críticas con la monopolización de Sortu en el seno de EH Bildu, anulando voces como las de la formación de Carlos Garaikoetxea.

Cuestionamiento abortado en 48 horas

Sin embargo, el atisbo de revuelta apenas ha durado 48 horas. Las manifestaciones de Urizar señalando la necesidad de optar por otros candidatos capaces de atraer otras sensibilidades ya son historia. Una reunión anoche entre los cuatro partidos de la coalición bastó para convencer a EA de que estaba equivocada, de que Otegi seguía siendo la mejor opción y que sus deseos de cambio quedaban abortadas.

Las cuatro formaciones de EH Bildu acordaron que el histórico dirigente de la izquierda abertzale sería el primer coordinador general de EH Bildu. La osadía de Urizar de poner en duda a Otegi había pasado por proponer a quien hoy es la portavoz de la coalición en el Parlamento Vasco, Maddalen Iriarte, que pese a ser afín a la tesis de la izquierda abertzale tradicional, figura como independiente en la bancada de la coalición. Pese a ello, la opción de que Iriarte, periodista de profesión y rostro conocido de la televisión pública vasca, apenas ha tenido recorrido.

Arnaldo Otegi está inhabilitado para ocupar y ser elegido para un cargo público hasta febrero de 2021

De este modo, Otegi se convertirá en el verdadero estratega de EH Bildu, el que dirigirá la política de la coalición en las instituciones. Lo hará desde fuera de ellas. Otegi no podrá pisar una institución pública como cargo político hasta dentro de al menos tres años y nueve meses. Sobre él pesa una inhabilitación por sentencia firme que establece que hasta el 28 de febrero de 2021 no podrá optar ni ejercer a ningún puesto de representación por elección pública. En agosto del año pasado el dirigente independentista tuvo que renunciar a su aspiración a optar a la lehendakaritza. Otegi encabezaba la lista de EH Bildu por Guipúzcoa pero tanto la Junta Electoral como la Audiencia nacional confirmaron la condena de inhabilitación establecida por el caso Bateragune, por el que cumplió seis años y medio de prisión por su intento de reconstruir Batasuna.

De esta manera, la izquierda abertzale estará liderada por una coalición que marcará los pasos a Sortu, EA, Aralar y Alternatiba bajo la batuta de un líder inhabilitado para cargo público. El nuevo espaldarazo dado a Otegi supone no sólo apuntalar su liderazgo sino situarlo en el mando de control de la estrategia política del independentismo vasco de cara a los próximos años.

Renovación en Sortu

La elección tendrá a su vez una derivada que será la necesidad de renovar otro liderazgo: el de Sortu. Actualmente Otegi ocupa la secretaría general de Sortu, cargo que mantendrá en funciones hasta que el partido renueve sus estructuras tras el verano. Como posible sustituto de Otegi al frente de Sortu suena como principal candidato Arkaitz Rodríguez, quien ya ejerce como rostro más visible del partido abertzale.

El acuerdo alcanzado anoche entre los socios de EH Bildu para elegir a Otegi como único candidato supone un revés para EA. El pasado fin de semana Pello Urizar salió reelegido pero lo hizo por un estrecho margen de apenas 14 votos. El sector crítico que logró un respaldo del 48% había cuestionado el excesivo liderazgo que dentro de la coalición había ejercido la izquierda abertzale tradicional, anulando los mensajes y tradición de EA dentro de EH Bildu. Un control que ahora se ve reforzado tras abortar los intentos de EA de relevar a Otegi como líder.

La próxima semana las bases de EH Bildu deberán votar no sólo la candidatura de Otegi sino también los estatutos de la coalición y su documento político. Las votaciones se celebrarán del 12 al 16 de este mes para culminar el sábado la proclamación de la nueva estructura.