Las cartas las firma de su puño y letra el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. Las remite a 90 presos de ETA que previamente habían reprochado al PNV su actitud ante la dispersión de los cerca de 350 presos de la banda que aún cumplen condena encarcelados en prisiones alejadas del País Vasco y que exigían al PNV un mayor compromiso con el final de la dispersión penitenciaria. En la misiva conocida ahora el dirigente nacionalista muestra a los etarras su compromiso para lograr que el Gobierno del PP modifique la actual política penitenciaria y les traslada su empatía por la circunstancia que atraviesan y el impacto que ésta tiene sobre sus familias.

El presidente del PNV, que responde así a las cartas que en los últimos días han remitido los presos a la sede del PNV, así como al lehendakari Iñigo Urkullu y a la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, también se compromete a mediar en favor de los presos de ETA gravemente enfermos y para los que reclamará su puesta en libertad.

Los presos de ETA instan al PNV a acabar con "la política asesina" de Interior al mantenerles alejados del País Vasco

Ortuzar responde de este modo a la petición hecha por los etarras que instaban al PNV a hacer “lo necesario” para que terminara su “situación de sufrimiento” al tener que cumplir sus condenas a cientos de kilómetros de sus entornos. Recuerda al cerca de un centenar de etarras que se han puesto en contacto con el partido que desde hace muchos años la formación que él preside reclama “insistentemente” el final de la dispersión y que así lo ha reclamado tanto en el Parlamento Vasco como en el Congreso de los Diputados. Señala incluso que el Gobierno de Urkullu tiene elaborado un plan que incluye el programa Zuzen Bidean (En el camino recto) que plantea el acercamiento de los etarras encarcelados a prisiones cercanas a menos de 250 kilómetros del País Vasco y que fija la cárcel de Zaballa, en Álava y la de Pamplona como destinos fundamentales.

Las cartas que en las últimas tres semanas han llegado a la sede central del PNV o a sedes locales de la formación proceden de varias prisiones, así como de cárceles ubicadas en Francia, donde cumplen condena  74 presos de la banda. En el escrito remitido por los etarras señalan que el PP mantiene lo que califican como una “política asesina” que castiga a sus familiares y amigos obligados a hacer largos viajes para visitarles y provocando en ellos accidentes y muertes por los numerosos siniestros que en todo este tiempo se han producido.

En la misma llegan a reprochar al PNV que en su día, cuando hace más de tres décadas la política de dispersión fue implantada por el PSOE, el PNV aportó la “asesoría precisa”. La acusación es negada por Ortuzar en su respuesta al recordar a los etarras en prisión que siempre han estado en contra de la dispersión y que entonces sí “nos hicimos eco de la postura de muchos reclusos de entonces que nos pidieron ser sacados del autodenominado colectivo de presos para poder decidir sin presiones sobre el camino a tomar en el futuro”.

Análisis "autocrítico del daño causado"

En la carta firmada por Ortuzar, y dada a conocer hoy por el Grupo Noticias, el presidente del EBB también invita a los etarras a realizar “un análisis autocrítico sobre las negativas consecuencias que la violencia ha traído a nuestro país y del injusto daño causado a tantas y tantas víctimas” y recuerda a los terroristas que la mayoría de la sociedad vasca “sabría reconocer ese gesto”.

Ortuzar reclama a los etarras "autocrítica" y les asegura que la sociedad vasca "sabrá reconocer ese gesto"

La respuesta del PNV llega en plena campaña de acoso a las sedes del PNV procedente de colectivos cercanos a los presos de ETA que han protagonizado en los últimos días ataques a las sedes de la formación. No han sido las únicas, también sedes del PSE y el PP han sufrido ataques de este tipo.

El colectivo de presos de ETA está a punto de culminar un proceso de debate interno para decidir si se suman a la legalidad penitenciaria vigente, para poder acogerse a beneficios penitenciarios, o se mantiene críticos con ella, como históricamente han hecho.  Por ahora, lo que ha trascendido del proceso apunta a que los etarras en prisión apoyarán de modo mayoritario poder acogerse a los beneficios establecidos en la ley y poder así reducir pena, cambiar de grado o mejorar su situación como el resto de presos.