A cara de perro. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el aspirante a sucederle, Pablo Iglesias, se han enzarzado en una especie de bucle en esta moción de censura condenada al fracaso, pero por ello menos intensa en lo político. Rajoy no ha delegado en nadie la respuesta del Gobierno. Era él quien quería decirle al líder de Podemos, en un tono muy duro,  que "los españoles no quieren que usted los gobierne y lo han dicho con claridad cada vez que se han manifestado al respecto".

Y es que el jefe del Ejecutivo ha decidido usar esta cita parlamentaria para rentabilizar su enfrentamiento con Iglesias al objeto de reforzar su posición y la de su gobierno. La polarización PP-Podemos es rentable para los populares. Confrontar con el proyecto de Podemos, en general, y con Iglesias, en particular, permite afianzar el mensaje de que "no hay alternativa a Rajoy", según insisten fuentes gubernamentales, algo que quedará en evidencia, agregan, cuando la moción sea rechazada.

Es la "segunda moción de investidura" en que Moncloa quería convertir esa cita parlamentaria. Bien es cierto que a costa de convertir a los socialistas en una especie de convidados de piedra, al mismo nivel que Ciudadanos o el Grupo Mixto. Le corresponderá este jueves al portavoz del PSOE, José Luis Ábalos, intentar asomar cabeza en una moción que los ningunea aunque Iglesias les haya dirigido distintos emplazamientos.

Iglesias ha atacado por el frente que más debilita e incomoda a los populares. "Pasará a la historia "como el presidente de la corrupción" le ha espetado al jefe del Ejecutivo al tiempo que se ha cuestionado "si alguien con tantos amigos en la cárcel es de fiar", en referencia a ex dirigentes populares como el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, o Francisco Granados.

El líder del PP dice que estamos ante "una parodia de censura, una moción de fogueo"

Antes, su portavoz, Irene Montero, también había centrado su discurso en la corrupción, lo que provocó una primera intervención, contra todo pronóstico, de Rajoy y no de Soraya Sáenz de Santamaría, como pensaba buena parte de la bancada azul. Tras afirmar éste que nos encontramos ante "una parodia de censura, una moción de fogueo" ha defendido que lo "mejor" de las acusaciones de Podemos "es que son falsas. Todos los aquí presentes (en alusión a su gobierno) no son corruptos salvo que se diga con el ánimo de calumniar. Son tan honrados como ustedes".

"En el PP ha habido corruptos, pero el PP no es un partido corrupto y  es por lo que los españoles nos renuevan su confianza. No deberían olvidar que en junio, mientras ustedes perdían un millón de votos, nosotros ganábamos 800.000 euros mas", ha dicho el inquilino de la Moncloa en una intervención inicial de 48 minutos. Opina Rajoy que por mucho que Podemos pinte de negro España, "es un estado de derecho donde impera la Justicia y la presunción de inocencia. Significa que para toda persona, incluso del PP, se presume su inocencia hasta que se demuestre su culpabilidad".

"En el PP ha habido corruptos, pero el PP no es un partido corrupto", ha dicho Rajoy

"Bulos, maledicencias y calumnias". No ha ahorrado en calificativos el inquilino de la Moncloa ante la acusación de que ha invadido las instituciones y puesto a su servicio. "Ni me salto la ley ni quiebro los principios constitucionales salvo que pueda usted demostrar lo contrario con su olfato inquisitorial", ha subrayado Rajoy quien niega intervenir en la Fiscalía.

No ha podido sustraerse a aludir a Venezuela, aunque sin citarla, país "al que ustedes han asesorado" y donde no se presentan mociones de censura contra el Gobierno, ni los jueces se meten con el partido gobernante, es más, "deberían inspirarse más en Montesquieu que en Torquemada".

"Espectáculo" y "eslóganes"

Rajoy ha argumentado que los resultados electorales cosechados por Podemos "demuestran claramente que dista mucho de ser la persona preferida para gobernar. Cuanto más le conocen, menos les votan". Es más, cree Rajoy que el líder de Podemos es perfectamente consciente de que no va a ser presidente del Gobierno por entender la política "como un espectáculo, con gestos, eslóganes". "Le inhabilita -ha agregado parafraseándole- su actitud ante la casta, lo que le permite repartir procacidades".

"Necesita esa sobrectuación indignada y esa palabrería con una enfermiza obsesión por marcar el terreno con raya roja para dividir entre ellos y ustedes, entre los ciudadanos de primera y de segunda y el PP es la cúspide del mal" ha arremetido el jefe del Ejecutivo para sentenciar que "emplea la moral como un estropajo".

Iglesias emplaza ahora al PSOE a que contribuya a "desalojar a Rajoy del Ejecutivo"

Casi tres horas antes de esta andanada, había tomado la palabra el aspirante a presidente para quien "se han rebasado todos los límites posibles" con el Gobierno del PP. Quizá olvidando su papel de hace poco mas de un año, cuando votó en contra de la investidura de Pedro Sánchez, ha apelado a que "hay una suficiente mayoría para desalojar a Rajoy del Ejecutivo. Está en su mano sacarles del Gobierno, ojala nos pongamos de acuerdo para hacerlo más temprano que tarde", ha reclamado.

"No somos perfectos, cometemos errores, pero a nosotros no nos compra nadie", ha proclamado desde la tribuna Iglesias dirigiéndose no tanto a su base electoral, sino a los que todavía no confían en ellos. Tras afirmar que el Gobierno "tiene amigos poderosos que intentarán silenciarnos", ha agregado que son los mismos que, a su juicio, impidieron a Sánchez "un acuerdo con nosotros". Admite que fueron muy vehementes al señalar entonces que el cambio no era posible, pero las circunstancias de hoy "nos obligan a un acuerdo. Seguimos dispuestos a buscar el entendimiento y el diálogo".

El líder de Podemos hace suya la "lección democrática" de los militantes del PSOE

Incluso se ha permitido el lujo de hacer suya la "lección democrática" de los militantes del PSOE, en alusión a las primarias como un argumento de autoridad para un pacto que despreció en marzo del año pasado porque le interesaba más la repetición electoral.

En una larga y prolija intervención, llena de referencias históricas, Iglesias ha dedicado una amplísimo capítulo a Cataluña, aunque eludiendo que los anticapitalistas de Podemos se han alineado a los independentistas en la legitimación de un referéndun ilegal. Ha acusado al ejecutivo central de acudir a "medidas de fuerza"y querer "encarcelar a la gente por poner a las urnas", cuando,  en realidad, lo que ha hecho la Justicia ha sido sentenciar medidas de inhabilitación y, en ningún caso, de prisión.

Asimismo, cree que el partido en el Gobierno intenta tapar su corrupción "apelando a los instintos más reaccionarios en Cataluña" afirmación que le ha servido hacer otro emplazamiento al PSOE, aún a sabiendas de que los socialistas son contrarios a una consulta secesionista: "A nosotros el Gobierno nos tendrá enfrente y espero que al PSOE también", ha dicho.

Cataluña ha sido la segunda cuestión que ha enfrentado a Rajoy e Iglesias

Ha sido precisamente el órdago catalán el segundo tema de confrontación con Rajoy. Le ha pedido el presidente del gobierno al líder de Podemos que respondiera si cree en la soberanía nacional y en la unidad del país. En este sentido, ha recordado que "el derecho a decidir no está en ningún sistema democrático del mundo ni en la declaración de derechos internacionales" y que, realmente, de lo que hablan es de un supuesto derecho de autodeterminación, cuestiones que Iglesias ha soslayado no sin acusar al Gobierno de "identificar a España con su cortijo".

En su rifirrafe, donde se ha llegado a bromear con que si José María Aznar es más o menos inteligente que Rajoy, éste cree que Podemos "se inflama, se excede, exagera "porque sólo tienen una oportunidad y han empezado a perderla" con la recuperación electoral del PSOE, al que no ha aludido directamente. Iglesias necesita una España en blanco y negro, un país "donde las cosas vayan mal porque, si no, no existen".

El líder de Podemos ha vaticinado por su parte que que la "soberbia" hará caer a los populares . Tras afirmar que "si este congreso fuera como España, no estarían ocupando el banco azul", ha subrayado que el PP "está viviendo un epílogo. Su proyecto no es futuro, es resistir".