El pívot norteamericano Marcus Slaughter declaró el 27 de junio ante el Juzgado de Instrucción 27 de la capital que "alguien del Real Madrid" le entregó el pasaporte ecuatoguineano falso con el que disputó 13 partidos de Liga y la Copa del Rey de la temporada 2014-2015, como informó El Independiente el pasado martes. El club negó tajantemente esta versión de los hechos a este diario y los abogados del jugador también cuestionaron esta información a través del diario Marca el pasado miércoles. Según su versión, el Real Madrid no entrega pasaportes, sino que es al revés: son los propios jugadores los que se los dan al club. Sin embargo, en la videograbación de la comparecencia lo que se comprueba es que el jugador se contradice. Primero afirma una cosa y luego, a lo largo del interrogatorio afirma, hasta en seis ocasiones, que el Real Madrid conocía el caso.

En efecto, al inicio de la declaración Marcus Slaughter, que comparece asistido por una traductora, asegura que el Real Madrid no sabía nada de los trámites del pasaporte. Su relato de los hechos se complica poco después. Primero detalla que fue su agente en España, Julián Aranda, quien le propone conseguir un pasaporte de Guinea Ecuatorial con el que podría ocupar plaza de cotonou en la Liga ACB y liberar por tanto una plaza adicional de extracomunitario para el club.

El Acuerdo de Cotonou es un convenio de intercambio comercial y de asistencia que la Unión Europea y los 78 estados de África, Caribe y Pacífico (ACP) firmaron el 23 de junio de 2000 para el desarrollo económico, social y cultural de esas zonas del mundo. En su artículo 13.3, establece que "cada Estado miembro concederá a los trabajadores procedentes de un país ACP que ejerzan legalmente una actividad en su territorio un trato caracterizado por la ausencia de toda discriminación basada en la nacionalidad con relación a sus propios nacionales en lo referente a condiciones de trabajo, remuneración y despido. Cada Estado ACP, por su parte, concederá a este respecto un trato no discriminatorio comparable a los trabajadores nacionales de los Estados miembros".

El abogado del CSD: '¿Cómo podía tener el Real Madrid el pasaporte si no había intervenido hasta este momento?'

Después del ofrecimiento de Aranda, Slaughter asegura que, además de las fotografías y su pasaporte americano original, entregó 35.000 dólares (no euros, como aparecía por error en la información del pasado martes) en efectivo durante una reunión que mantuvo con Aranda y Richard Nguema, ex jugador guineano del Real Madrid. Es justo a continuación cuando el abogado del Estado, en representación del Consejo Superior de Deportes (CSD), pregunta quién es la persona que finalmente le entrega a él el pasaporte falso. "El club, el Real Madrid", responde Slaughter.

"¿El pasaporte se lo dio el Real Madrid?", repregunta el abogado del Estado, y la respuesta de Slaughter vuelve a ser la misma: "Sí". Inmediatamente después, el letrado en representación del CSD hace la pregunta clave: "¿Y cómo podía tener el Real Madrid el pasaporte si no había intervenido hasta este momento?".

De la respuesta a esta pregunta depende toda la investigación del caso, especialmente en lo relativo a la posible retirada de los títulos de Liga y Copa del Real Madrid conseguidos en esta temporada, en la que Slaughter estuvo inscrito durante meses con el pasaporte irregular. Si se comprobara que existió voluntariedad en el fraude por parte del club blanco, la justicia ordinaria podría llegar a revertir los archivos del caso decretados tanto por el juez único de la ACB como por el Tribunal de Arbitraje Deportivo.

Tanto la ACB como el Barcelona insistieron durante el interrogatorio en la entrega del documento por parte del Real Madrid

La respuesta del pívot a la pregunta del abogado del CSD no aclara si el Madrid estaba al tanto o no de la irregularidad, pero sí que participó en el proceso de algún modo. "No sé lo que pasó. Di lo que me pedían, la documentación y el dinero. Me confirman que estaba todo arreglado, tanto con la Federación como con el club y alguien del club me dice: 'Aquí tienes el pasaporte'". Preguntado por quién es ese "alguien", Slaughter asegura que no lo recuerda porque fue "hace mucho tiempo", pero menciona al "mánager, Ramón". Ninguna de las partes personadas incide posteriormente sobre este detalle.

El camino del pasaporte: Aranda 'puenteó' a Slaughter

En conversación con este periódico, fuentes de la directiva del Real Madrid aclaran la posición del club, que éste ya remitió a los tribunales a petición del juez en julio de 2015. "Marcus se quería hacer un pasaporte y un día llega su agente en España, Julián Aranda, que pertenece a la agencia de Misko Raznatovic, y nos dice que lo ha conseguido", relata un directivo de la entidad, que subraya que en ese momento el club tiene "la obligación de mandarlo a la ACB, a la FEB y al ministerio de Empleo y Seguridad Social".

El pasaporte, cuenta el club, lo recibe Alberto Herreros, director deportivo de la sección. El ex alero del Real Madrid lo entrega entonces a una persona de los servicios jurídicos del club, que manda las copias escaneadas a los organismos correspondientes. Una vez recibido el visto bueno de las autoridades deportivas y laborales, el Real Madrid le entrega el pasaporte a Slaughter.

Ese es el momento de la entrega al que se refiere Slaughter durante su declaración, según trasladó el propio jugador a los directivos del Real Madrid que le preguntaron por el tema este mismo fin de semana, durante la boda en Menorca de su ex compañero Sergio Llull. Y la persona a la que Slaughter no es capaz de poner nombre con exactitud es efectivamente "Ramón", uno de los asistentes de la sección de baloncesto encargado de facilitar el día a día de los jugadores: pisos, coches, trámites...

El Madrid sostiene que sólo conoció la existencia del pasaporte cuando se lo entregó el agente del jugador

El club insiste en señalar que ésta misma versión se la trasladó al juez ya hace dos años, y que el club "no ha tenido nada que ver" en la obtención del pasaporte, sino sólo en su tramitación posterior. La confusión habría nacido, entonces, del hecho de que el agente de Marcus Slaughter, Julián Aranda, puentease al propio jugador a la hora de entregar los documentos al club, como es común en este tipo de situaciones.

Durante la declaración, las menciones del jugador al Real Madrid despiertan lógicamente la atención de las partes personadas, y el tema vuelve a aparecer varias veces posteriormente. Primero a preguntas del letrado de la ACB, que insiste en preguntar por la cadena de custodia del documento. "En relación a cómo cambia de manos el pasaporte, nos ha explicado que recibe el pasaporte del Real Madrid ¿Es correcto?", pregunta el abogado. La respuesta de Slaughter vuelve a ser un conciso "Sí". Después, es la abogada del Fútbol Club Barcelona quien retoma el tema preguntando desde qué momento el Real Madrid tiene conocimiento del proceso de tramitación. "No sé en qué momento lo supieron, nunca hablé con ellos acerca del pasaporte", responde el jugador. Tras esta respuesta, la letrada del club azulgrana insiste en señalar que en el momento de la entrega del documento estaban presentes personas del club, a lo que Slaughter vuelve a responder afirmativamente.

Un pasaporte 'barato'

En ese momento, el Barcelona trata de presionar un poco más e indagar en si pudo ser el propio club quien proporcionase a Slaughter el dinero para gestionar el pasaporte. Esto, sin embargo, el jugador lo rechaza, y asegura que los 35.000 dólares que entregó en un sobre a Richard Nguema eran suyos, y que no los ha recuperado.

La declaración de Marcus Slaughter, en cualquier caso, apunta también a otra realidad mayor: la extensión endémica de este tipo de prácticas en el mundo del baloncesto. Y el jugador es especialmente explícito cuando le cuestionan sobre si no le pareció sospechoso tener que pagar 35.000 dólares por conseguir un pasaporte de Guinea Ecuatorial, un país con el que no le unía ningún tipo de relación.

"Tenía compañeros y conocía a otros jugadores que habían pagado el doble que eso. Me pareció más barato que lo que sabía que estaban pagando otros", responde Slaughter, pese a defender que siempre creyó que el procedimiento era lícito, pues el pasaporte fue aprobado por todos los organismos por los que pasó, y no se detectó su falsedad hasta que el también estadounidense Andy Panko, entonces en el Baloncesto Fuenlabrada, trató de registrar un pasaporte ecuatoguineano con el mismo número número que el suyo.

Slaughter, de hecho, no sólo valoró la opción de Guinea Ecuatorial a la hora de obtener un pasaporte cotonou. El jugador tuvo varias ofertas sobre la mesa, según ha conocido este medio, y se decidió por la de la ex colonia española por ser la más económica. El asunto fue tan público que el propio responsable de la agencia de representación de Slaughter, Misko Raznatovic, tuiteó un contundente "¡Viva Guinea Ecuatorial!" el mismo día que el jugador obtuvo el documento falso.

Slaughter, sobre los 35.000 dólares: 'Me pareció más barato que lo que sabía que estaban pagando otros'

En cuanto a los compañeros con pasaporte a los que se refiere Slaughter, cabe destacar que en la plantilla del Real Madrid en la temporada 2014-2015 figuraban K.C. Rivers, también involucrado en el caso de un presunto pasaporte falso de Guinea Bissau, y Jaycee Carroll, norteamericano con pasaporte de Azerbaiyán. Carroll consiguió esta nacionalidad en 2011 al mismo tiempo que el entonces jugador del Valencia Nik Caner-Medley, y pocos meses después de que el jugador del FC Barcelona C.J.Wallace consiguiera el suyo de la República del Congo.

Slaughter, en cualquier caso, defiende su inocencia y asegura sentirse "absolutamente" perjudicado personal y deportivamente por un caso en el que "se me acusa de algo que no he hecho". Además, durante la intervención de su abogado defensor, éste le preguntó consecutivamente si era cierto que tanto la ACB, como la FEB, como la Delegación del Gobierno y el Ministerio de Economía y Hacienda habían dado el visto bueno al documento. La respuesta fue un sí a todo, que llevó al abogado a exponer su conclusión: "Si todo el mundo lo daba por bueno, usted también pensaba que el pasaporte era correcto".