La Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) ha pedido "responsabilidad" a los sindicatos en el conflicto que afecta al aeropuerto de El Prat, de Barcelona, en pro de una solución rápida que evite "trastornos a los turistas y dañar la imagen internacional de España, que es una fuente de empleos". En una nota de prensa remitida hoy, la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE expresa su apoyo a la empresa Eulen en la negociación en la que se encuentra inmersa debido al conflicto suscitado.

Los trabajadores de Eulen, empresa encargada de los controles de seguridad en la terminal T1 del aeropuerto, reclaman con sus paros más personal y mejores condiciones laborales y salariales porque en la actualidad -dicen- trabajan "al 200 %", en jornadas que pueden llegar a las 16 horas, y sometidos a alta presión y estrés. La CEIM solicita a los representantes de los trabajadores que adopten una actitud responsable en la negociación que permita alcanzar una solución lo antes posible, así como el cumplimiento de los servicios mínimos, pero centrándose exclusivamente en el problema laboral.

"El objetivo final de todos debe ser evitar trastornos a los usuarios que utilicen la mencionada infraestructura aeroportuaria y daños a la imagen internacional de España porque es una potente fuente de bienestar de la que nos beneficiamos todos", dicen los representantes de los empresarios de la Comunidad de Madrid. La CEIM destaca en su nota que el turismo ha generado casi el 9 % del total de los empleos del último año y supera ya los 2,5 de empleados en España.

Según los empresarios madrileños, Eulen es una gran empresa española que emplea a más de ochenta mil trabajadores, con proyección internacional y que lleva muchos años generando riqueza y empleo. Y añade la CEIM que la empresa está mostrando disposición por llegar a un acuerdo porque ha presentado propuestas razonables a todas las exigencias formuladas por los representantes de los trabajadores.

En El Prat, los controles de seguridad de la T1 han amanecido con largas colas de hasta una hora de espera, entre las 5 y las 5:30 horas, que se han deshecho rápidamente antes de las 7:00 horas, en un día en que no están convocados paros. Los trabajadores aseguran que están "bajo mínimos" porque, desde que entró Eulen como nueva concesionaria, hace un año, se han producido "30 excedencias, más de 35 bajas voluntarias y más de 30 bajas médicas por estrés y ansiedad".