Dos vídeos a los que podemos acceder hoy son la muestra perfecta de aquello de lo que hay que huir como de la peste. El primero al que me  refiero es la constatación del grado de adoctrinamiento que muchas familias y muchos profesores de Cataluña están perpetrando contra los niños. Ya hace unos años tuvimos ocasión de ver a criaturas de no más de cinco años defendiendo la independencia  de Cataluña porque "así en Madrid no nos quitarían el dinero" decía una chiquilla. Pero no era la única: a lo largo del reportaje, creo recordar que elaborado por TV3, desfilaban ante las cámaras varias decenas de niños que "espontáneamente" manifestaban su apoyo a la independencia de su tierra para defenderla de esa España "mala" que nos quita el dinero y se lleva los impuestos. Allí se constataba el uso indigno que se hace de los niños para convertirlos desde su más tierna infancia en soldados de la causa.

El vídeo que hemos visto hoy es mucho más reciente pero sus resultados son idénticos: niñas de nueve años pegando carteles donde se dice "Votemos para ser libres". Eso es lo que les han dicho en sus casas y en su colegio y eso es lo que ellas en su radical inocencia han aceptado como una verdad indiscutible, buena para ellas y para sus padres y, por lo tanto, digna de su apoyo, de su entusiasmo y merecedora  de su pequeño esfuerzo infantil. Inútil explicarles que ya son libres y que ese voto no solo no los va a proporcionar mayor grado de libertad sino, al contrario, las podría llevar a vivir en una tierra empobrecida y bajo un régimen autoritario donde el respeto a las leyes no es un valor. No lo entenderían porque no tienen edad para entenderlo. Pero tampoco tienen edad para que les llenen las pequeñas cabezas de una doctrina que no es ética sino política.  A esto se le ha llamado siempre un lavado de cerebro y eso es lo que ha hecho el independentismo catalán desde los tiempos de Jordi Pujol sin pausa y sin medida.

Esos niños saldrán a la vida con un par de orejeras mentales de las que les a a ser muy difícil deshacerse

Se trata de eso, puesto que estamos hablando de seres con unas mentes libres de todo apriorismo, dispuestas a ser ocupadas por las enseñanzas que sus padres o sus maestros quieran suministrarles, sean éstas de la clase y del nivel  intelectual y moral que sean.  En este caso estamos ante un auténtico lavado de cerebro al más puro estilo soviético o hitleriano. Esos niños saldrán a la vida con un par de orejeras mentales de las que les a a ser muy difícil deshacerse. Estarán definitivamente encuadrados en las milicias que defienden la causa independentista. Esos niños de hace unos años son los universitarios que expelen consignas y eslóganes aprendidos en la infancia y asumidos como una verdad incontestable.

Esa es la fuerza del independentismo que ha llevado a la locura a cientos de  miles de catalanes que no atienden a razones porque desde hace muchos años están diseñados y programados para actuar llegado el momento como ahora actúan. Y esta realidad constatable hoy es el resultado de la negligencia culpable que a lo largo de cuatro décadas los gobiernos de España han consentido en silencio sabiendo, porque no es posible que no fueran conscientes  de ello, el destrozo consciente que se estaba perpetrando, mes tras mes, curso tras curso, en las mentes de los niños y de los jóvenes catalanes. Ellos son ahora el ejército más entusiasta de las huestes conducidas deliberadamente por Puigdemont a la frustración que genera inevitablemente no haber logrado alcanzar ese sueño colectivo. Y ellos son también la representación de nuestro fracaso culpable.

Cuanto antes retiren ese bodrio del escaparate público mejor harán sus irresponsables autores y sus incompetentes jefes del PP

Pero en el otro lado nos aparece otro vídeo elaborado por el PP, por "el equipo de redes de Pablo Casado", que es de una torpeza y de una inoportunidad infinitas. En resumen, el trabajito se dedica a seleccionar frases de independentistas en las que se insulta  y se humilla a los españoles. Comentarios de ésos los hay por miles, también en el otro lado y con sentido exactamente opuesto pero con igual hostilidad. La cosa está en preguntarse qué pretende la Secretaría de Comunicación del PP con este mensaje: ¿apaciguar el muy excitado clima a pocos días del 1 de octubre? ¿Aportar una visión política de España y su relación con Cataluña que pusiera de manifiesto los intensísimos lazos que nos unen a todos en tanto que españoles? Pues no. El vídeo, lamentable en su producción y tosco y grosero en su montaje, parece pretender exhibir únicamente el odio que tienen los independentistas a España y a los españoles. Pero el propósito de esa exhibición es lo que importa. Evidentemente quieren excitar la ira de los españoles, a los que estas lumbreras parecen no considerar suficientemente irritados y por eso les enseñan una "selección escogida" de insultos y faltas de respeto contra ellos y contra su idea de España.

La torpeza es evidente: además de la pésima factura del vídeo, lo que un partido político no puede hacer, y menos todavía si es el que sustenta al Gobierno de España, es echar alegre e irresponsablemente más leña al fuego por el estúpido procedimiento de enfrentar a unos ciudadanos contra otros, que es lo que busca esta pieza estúpida, inoportuna y políticamente lamentable por desastrosa. No sé cuánto durará en las redes pero cuanto antes retiren ese bodrio del escaparate público mejor harán sus irresponsables autores y sus incompetentes jefes.