El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, asegura que está muy preocupado por el conflicto entre Cataluña y España y que no quiere una ruptura, antes de aclarar que la UE no puede mediar en el conflicto con Cataluña si el Gobierno español no se lo pide. Además ha señalado que "sólo una parte" ha llamado a la mediación europea y que ni él ni el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, podrían hacerlo porque "crearía mucho más caos" en la Unión Europea.

"Si permitimos, aunque no sea nuestro asunto, que Cataluña se independice, también lo harán otros después y eso no me gusta. No quiero una Unión Europea que dentro de 15 años esté formada por 90 países, sería imposible", ha defendido Juncker en una charla con estudiantes en Luxemburgo.

Juncker también ha revelado que "hace tiempo" que pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tomar "iniciativas" para que la situación "no se fuera fuera de control". "Se han hecho algunas cosas, otras han quedado intactas", ha añadido.

En cualquier caso ha llamado al "sentido de la responsabilidad de todos los actores" implicados y ha insistido en que la Comisión Europea "no interfiere" en este asunto

El pasado 7 de octubre el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y la canciller alemana, Angela Merkel, conversaron por teléfono sobre el desarrollo de la situación en Cataluña, según informó la agencia Reuters y confirmaron fuentes del ejecutivo comunitario.

Los portavoces de la Comisión no detallaron el contenido de la charla, aunque señalaron que Cataluña fue uno de los temas tratados por Merkel y Juncker, que se encuentra esos días en la India con motivo de una cumbre entre el país asiático y la Unión Europea.

Hasta ahora, ni la Comisión ni el Parlamento Europeo han dado ningún tipo de muestra de apoyo a ese movimiento unilateral. Bien al contrario, la preocupación surge de las posibles consecuencias económicas que la inestabilidad y la tensión podrían generar tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea. En los últimos días, grandes empresas han movido su sede social fuera de Cataluña: Caixa, Sabadell, Gas Natural, Aguas de Barcelona o Banco Mediolanum, entre otras.