Política

El PSOE aboga por un 'modelo Monti' para Cataluña: un gobierno de Iceta "no político"

El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Miquel Iceta, acompañado del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez durante su intervención en un mitin el domingo en Lérida. EFE

El PSOE sigue defendiendo que sólo su candidato, Miquel Iceta, puede desbloquear la situación política en Cataluña tras las elecciones del 21-D. Incluso está dispuesto a renunciar a parte de su programa electoral y liderar un gobierno "no político" cuyo objetivo sea superar la política de bloques, establecer un diálogo entre constitucionalistas e independentistas con el objetivo de que estos últimos renuncien a fórmulas ilegales para defender su causa. Esa opción se inspiraría en el Gobierno tecnócrata de Mario Monti en 2011 en Italia para superar la grave crisis económica y de credibilidad que sufría el país.

Fuentes de la dirección del PSOE defienden esta fórmula como una de las pocas viables. A la espera de los resultados electorales, su postura se basa en dos premisas: no apoyará ningún Gobierno en el que participe Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) ni bloqueará la investidura de un presidente, una posibilidad que sí contempla Podemos y su filiala Catalunya En Comú-Podem.

Después de que Pablo Iglesias explicara que lo más probable es una repetición de elecciones en Cataluña, los socialistas descartan esa opción. "Los catalanes están esperando una solución; se están preguntando si estas elecciones van a servir para arreglar el problema. No podemos hacer lo contrario", advierten, para dejar abierto el apoyo a un gobierno de la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, si obtiene la mayoría suficiente para su investidura.

En este sentido, la dirección del PSOE cuestiona la autoridad de Pablo Iglesias sobre el partido de Ada Colau y Xavier Doménech y recuerdan el desgaste político que le ha supuesto a Podemos su negativa a investir a Pedro Sánchez como presidente provocando la repetición de las elecciones generales en España.

El PSOE de Pedro Sánchez entiende que un gobierno de Ciudadanos sería "una opción, pero no la solución", dada su negativa a dialogar con los independentistas. Para los socialistas, la excepcionalidad del momento exige una madurez que el partido de Albert Rivera no está demostrando a la hora de tender puentes, olvidar los vetos e intentar entenderse con los que defienden otras posturas políticas.

Esa excepcionalidad hace que las encuestas dibujen una Cataluña ingobernable tras el 21-D y permitiría investir como presidente de la Generalitat al candidato de la cuarta fuerza política en el Parlament, que tendría que hacer un enorme esfuerzo por alcanzar acuerdos parlamentarios con todas las fuerzas para gobernar.

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