En el debate electoral entre candidatos del pasado domingo, Inés Arrimadas resumió la gestión del Govern de Junts pel Sí en una máxima: "Más embajadas y más barracones". La líder de Ciudadanos se refiere habitualmente a esta situación que sufren a diario casi 19.000 alumnos, obligados a estudiar en aulas prefabricadas en condiciones térmicas variables en función de la estación. Una problemática que no es exclusiva de Cataluña, y que de hecho se puso de actualidad hace años gracias a las denuncias de la oposición en la Comunidad Valenciana.

Los últimos datos disponibles sobre la educación en barracones los dio la ex consejera de Educación Clara Ponsatí el pasado mes de octubre a través de una respuesta parlamentaria. En el curso académico 2016-2017, 18.996 alumnos estudiaron en este tipo de aulas, que sumaban 1.010 en total. Un número alto, aunque porcentualmente represente sólo al 1,21% de los 1.570.011 estudiantes que iniciaron el curso en las enseñanzas obligatorias y postobligatorias no universitarias.

Las tres comarcas con mayor número de barracones están en la provincia de Gerona: Gironès, Alto Empordá y La Selva

La situación está especialmente extendida en la provincia de Gerona, a la que pertenecen las tres comarcas con mayor número de estudiantes matriculados en aulas prefabricadas. La más castigada es la del Gironès, que incluye a la capital provincial y sus alrededores, y en la que estudian 2.256 alumnos repartidos en 87 barracones. Le siguen la del Alto Empordá, con 1.695 estudiantes y 78 módulos; y La Selva, con 1.407 alumnos y 68 módulos.

Por su parte, la comarca de Barcelona y su área metropolitana mantenía en 2016-2017 a 2.035 alumnos en 36 módulos, y el Vallés Occidental a 1.959 repartidos en 59 barracones.

Las infraestructuras de estos centros no han mejorado en el actual curso académico, que ha incrementado en siete el número de barracones. Son ahora 1.017, debido a que once de las 15 nuevas escuelas e institutos inaugurados en Cataluña han optado por los barracones como fórmula de emergencia para dar inicio a sus actividades.

La cantidad, sin embargo, se ha reducido desde el máximo que alcanzó en el año 2010, cuando estuvieron en funcionamiento 1.057 unidades prefabricadas. Y el problema no va a desaparecer: la anterior consejera de Educación, Meritxell Ruiz, pronosticó este mismo año que en los próximos cursos se incorporarán hasta 40.000 alumnos más al sistema de Enseñanza Secundaria Obligatoria, y que por lo menos hasta el curso 2020-2021 la falta de espacio deberá seguir parcheándose con barracones y otras soluciones como la conversión en aulas de laboratorios y salas multifunción.