Jordi Baiget, ex conseller de Carles Puigdemont dimitido en julio de 2017 y citado en calidad de testigo por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena por su implicación en el procès, fue fichado tres meses después por Sermetra, una filial de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), el consorcio de transportes barcelonés. Su designación al frente de esta sociedad pública se produjo el 23 de octubre, esto es, cuatro días antes de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y de la aplicación del artículo 155 por el que el Ejecutivo central depuso al Govern.

Baiget, según ha revelado la Cadena Ser en Cataluña, cobra 97.000 por estar al frente de una filial con tres trabajadores contratados. Al parecer, Sermetra también dispone de cinco funcionarios, según explican fuentes del sector. Constituida en 2003, Sermetra tiene previsto trasladar precisamente ahora su sede a la privilegiada Calle de Balmes, según la emisora de radio.

Caído en desgracia en julio

Baiget cayó en desgracia en julio, cuando realizó unas sorprendentes declaraciones rebajando la importancia del inminente referéndum del 1-O. Su salida fue asociada a la pérdida de confianza de Puigdemont (ambos militan en el PDeCAT), pero algunas fuentes comentan que su cese fue de todo menos traumático. Sus palabras -que a la postre matizó defendiendo el 1-O aludieron a que el plebiscito ilegal podía correr la misma suerte que el del 9-N (celebrado en 2014), y que la única manera de garantizar su éxito era “si en lugar de dos millones de personas van a votar cuatro”.

Fue sucedido por Santi Vila, que dimitió la víspera de la DUI. Se equivocó sin embargo con el referéndum: a pesar de que acudieron dos millones de personas según el Govern depuesto, las imágenes dieron la vuelta al mundo.