Miquel Peñarroya es el presidente de ASFASPRO, la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas. Como tal, denuncia los problemas que afectan a su colectivo y uno de ellos es el salarial. Los militares han visto cómo después de años reclamando un salario digno, la equiparación entre cuerpos de seguridad acordada en las últimas semanas vuelve a dejarles fuera. En la actualidad, "un teniente de la Guardia Civil o de la Policía cobra 4.500 euros anuales más que uno de las Fuerzas Armadas", apunta. Ahora, esta diferencia será mayor.

Pero no se compara sólo con las fuerzas de seguridad, sino también con el resto de empleados públicos, ya que "somos los únicos comprometidos a dejar nuestra vida por nuestra misión y estamos a la cola de las retribuciones públicas", recuerda. Sus quejas ya han llegado a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que se ha comprometido a estudiar una solución. Peñarroya defiende su plan de inversión a 15 años porque el gasto en Defensa, asegura, es muy necesario aunque no sea muy popular en España: "Aquí es muy fácil decir: 'más hospitales y menos tanques'".

P.- ¿Cuáles son los principales problemas de las Fuerzas Armadas a día de hoy?

R.- Lo ha expuesto muy bien el dictamen de la comisión de Defensa del Congreso. Tenemos una situación grave en el aspecto de las retribuciones, pero tenemos también problemas con la promoción, especialmente en la escala de suboficiales; problemas de equivalencias en la formación de la enseñanza militar con la enseñanza civil y tenemos también un problema de condiciones habitacionales que venimos arrastrando, como recoge en el informe del Observatorio de la Vida Militar. O sea que tenemos unos cuantos, algunos genéricos y otros especialmente en los suboficiales.

P.- La promoción, comentaba…

R.- La promoción y el reconocimiento académico y social de nuestra cadena militar. Otros colectivos que estaban al mismo nivel han visto cómo con el tiempo han adquirido con el nivel A2 el grado universitario cuando nosotros estamos en ese nivel solamente por retribución, pero necesitamos con urgencia el reconocimiento completo en esa situación. Establecer una equivalencia. Retributivamente ya lo tenemos, pero sí tiene otras consecuencias que tienen que ver incluso con el envejecimiento de nuestra escala en las Fuerzas Armadas.

P.- ¿Se ha tratado ya alguna solución en la comisión de Defensa del Congreso?

Somos los únicos empleados públicos comprometidos a dejar nuestra vida por nuestra misión y estamos a la cola de las retribuciones públicas"

R.- De momento están analizando los problemas. Hay consenso entre los partidos políticos para definirlos, pero ahora hay que trabajar en ellos. Y no es cuestión de dinero porque ya se había publicado un acuerdo al que había llegado el ministro de Hacienda con los sindicatos para mejorar las condiciones de los empleados públicos. Hay que tener en cuenta que los militares también somos empleados públicos con una diferencia además de los límites de nuestros derechos políticos que establece la Constitución. La diferencia fundamental es que somos los únicos empleados públicos que estamos comprometidos y obligados a dejar nuestra vida en cumplimiento con nuestra misión. Pero justamente somos los que estamos a la cola de las retribuciones públicas. La comisión de defensa dice que la situación retributiva es grave, y después de la equiparación salarial entre cuerpos policiales, no hay excusa para que no tengamos las retribuciones que nos merecemos.

P.- Precisamente ahora que ya se ha negociado esa equiparación salarial, ¿considera que debería haber incluido también a los militares?

R.- A veces parece que los que más salen en la prensa son los que han empezado el movimiento. El informe del Obervatorio de la Vida Militar, la parte correspondiente a las retribuciones es correspondiente al año 2016. Nosotros llevamos unos cuantos años poniendo sobre el tapete el problema. No es que nos hayamos subido al carro, sino que llevamos reclamándolo desde atrás. En el año 2015 había un proyecto de modificación de un artículo en concreto sobre el personal militar que en una situación de reserva que cumple 63 años ve que sólo por el hecho de cumplir una edad pasa a cobrar menos porque tiene menos complementos. Eso estuvo a punto de cambiarse pero se paró y está durmiendo en el cajón de Economía y Hacienda. Estamos hablando de un montante que entonces se calculó por la Administración en 20 millones de euros, eso para los Presupuestos es chocolate del loro.

P.- ¿Qué diferencia puede haber a nivel salarial en un mismo rango con otros cuerpos de seguridad?

R.- El personal militar somos, en comparación con otras actividades homologables en el rango de seguridad, los que menos retribuidos estamos, pero además con mucha diferencia. Y encima estamos viendo cómo, estando por debajo, otros colectivos ya tienen firmada esa subida salarial. Antes de esa subida, entre un teniente de Fuerzas Armadas y uno de la Guardia Civil o Policía, en retribuciones básicas -sin entrar en las específicas de cada puesto- había más de 4.500 euros anuales de diferencia. Eso en retribuciones básicas, en las complementarias se disparaba todavía más la diferencia. Consideramos que es de justicia, y ya lo han reconocido las Cortes, y la ministra anunció que iba a hacer un estudio de las retribuciones. Además hay otro aspecto, y es que en las retribuciones militares, desde que empezó la democracia, se están haciendo parches. Siempre nos vamos quedando por detrás. Se producen aumentos y a los 5 años vuelve a haber un escalón, por lo que tiene que haber una armonización que garantice que tengamos unos sueldos dignos, justos y estables.

P.- ¿Qué les ha comentado la ministra al respecto? ¿Les dio un plazo para solucionarlo?

Después de la equiparación salarial entre cuerpos policiales, no hay excusa para que no tengamos las retribuciones que merecemos"

R.- Estamos a la espera de que el Ministerio diga cuándo hará ese estudio y por dónde va a ir el aumento retributivo, porque lo que está claro es que tiene que haber un aumento. No puede ser que un guardia civil o policía raso gane más que un teniente de las Fuerzas Armadas. Es que la consecuencia va a ser tremenda, porque ¿quién va a querer hacer un plan de estudios de cinco años si va a cobrar menos que haciendo un plan de estudio de cuatro o cinco meses?

P.- ¿Cuándo se comprometió la ministra a estudiar este problema?

R.- A las asociaciones nos lo anunció en el último pleno del Consejo de Personal, que fue a finales de diciembre de 2017 y luego lo manifestó el 6 de enero en el acto de la Pascua Militar, por lo que entendemos que es un compromiso serio. Desde entonces no han pasado ni tres meses. El 15 de marzo se publicó en el Boletín Oficial de las Fuerzas Generales un dictament y entendemos que no tardando mucho el Ministerio nos transmitirá el proyecto a las asociaciones.

P.- Otro de los temas que afectaba a los suboficiales era la dificultad para promocionar, ¿está relacionada de alguna forma con la jubilación forzosa que viven los militares a los 45 años porque no pueden ascender?

R.- Nosotros ahora mismo no tenemos una promoción como tal a una escala de oficiales. Esa promoción que no existe son plazas que no pueden ocupar los militares de tropa que quieran acceder a suboficial. Entonces, podría ser un factor. Eso no quiere decir que todo el personal de tropa cuando cumple 45 años tenga que ocupar esos puestos, porque se necesita un esfuerzo y un mérito.

P.- Sí que influiría entonces en el envejecimiento del personal de tropa.

R.- Sí, porque ahora mismo, si no hay promoción, significa que el mismo número de personal que sale de sargento puede llegar a subteniente, no hay pirámide de edad. Lo normal es que haya una pirámide en las escalas más altas y haya un número más reducido que de personas que están en escalones más bajos. Si no hay vías para que haya una disminución natural de personal que va ascendiendo, no hay huecos para que haya fluidez en los ascensos.

P.- ¿Qué le parece el plan de inversión de 30.000 millones a 15 años que tiene previsto el ministerio en materia de defensa?

R.- En el aspecto de la Defensa es importante tanto el aspecto de personal como el de material. Un personal bien retribuido y que cuente a la vez con un material actualizado y moderno y que sirva para el propósito que tiene. Si no tenemos unos buenos carros y unos buenos buques y a la vez un personal bien formado y bien retribuido, todos esos factores influyen en la buena defensa que necesitamos.

P.- Decía la ministra Cospedal que hace mucho tiempo que no se invierte en Defensa. ¿Cree que el material del que dispone el Ejército está obsoleto?

Un teniente de la Guardia Civil o de la Policía cobra 4.500 euros al año más que uno de las Fuerzas Armadas”

R.- Los materiales en Defensa son caros y necesitan una planificación con tiempo, y eso necesita planes de inversión a largo plazo. Está claro que el gasto militar en España no es un gasto popular, porque aquí es muy fácil decir: “más hospitales y menos tanques” y cosas así, la frase que esté de moda en cada momento. Pero hay que tener en cuenta que el gasto en Defensa es un gasto necesario para mantener nuestra sociedad y nadie se puede escapar. Eso influye en la estabilidad.

P.- ¿Considera que está obsoleto el material militar?

R.- Obsoleto no está, pero lógicamente el material militar tiene que estar siempre a la última para cumplir con las necesidades y con las misiones de las Fuerzas Armadas, y eso requiere una inversión continua. Esto es como la informática, cada año hay una versión nueva. El gasto en materia de Defensa tiene que estar siempre sobre la mesa, se puede gastar más o menos pero no va a desaparecer de un día para otro.

P.- En los últimos dos años, desde que se activó la Unidad de Protección frente al Acoso, ha habido 46 denuncias en el Ejército de Tierra por acoso, ¿Cómo valora estas cifras?

R.- El personal que formamos parte de las fuerzas armadas somos también parte de la sociedad y aquí tenemos un régimen de vida y unos valores que deben imperar, en el  sentido de la disciplina, que debían impedir que eso sucediera, pero la realidad es la que es. No hemos hecho estudios pero me da la impresión de que el porcentaje de casos no es superior al de otros colectivos y ámbitos laborales. Además, hay que tener en cuenta que llevamos poco tiempo con la UPA y los diversos protocolos. Estamos todavía arrancando y esperando que se desarrollen, pero desde luego no detectamos problemas específicos de acoso en las Fuerzas Armadas, yo creo que al contrario, porque a la mínima que haya una leve sospecha, la obligación de todo militar es que se cumpla la normativa y desde luego atajar este tipo de problemas. En este sentido considero que estamos actuando bien y, que no haya ningún caso… somos humanos, es difícil. Pero que se ponen todos los medios para que no ocurran, también.