La izquierda abertzale ha convertido el homenaje al miembro de ETA, Txabi Etxebarrieta, asesino del guardia civil José Antonio Pardines, la primera víctima de ETA, en una defensa de la "lucha" de militantes de la organización terrorista "que es la que nos ha traído hasta aquí". En un acto celebrado en Tolosa (Guipúzcoa) y que la Delegación de Gobierno en el País Vasco había pedido a la Audiencia Nacional que prohibiera, cientos de simpatizantes han alabado la figura de Etxebarrieta, quien murió horas después de asesinar a Pardines durante un control posterior, en el que se produjo un tiroteo entre los agentes y los etarras. Durante todo el acto no se ha citado al agente de la Guardia Civil asesinado y en cambió se ha denunciado la muerte de Etxebarrieta, "asesinado y rematado por la Guardia Civil", ha afirmado la histórica miembro de la izquierda abertzale, Itziar Aizpurua.
Tras una ofrenda floral celebrada en Venta Haundi, el barrio de Tolosa donde se produjo el tiroteo en el que murió Etxebarrieta, los participantes han realizado una marcha hasta el centro del municipio. Aizpurua se ha referido a la figura del miembro de ETA como "una persona maravillosa", ha dicho, con compromiso y lucha, como "todos los militantes" (de ETA). "Esos sí que fueron verdaderos gudaris, los que dieron todo, hasta su vida".
"Txabi no te olvidamos ni un sólo día, personas como tú son las que nos han traído hasta aquí, personas comprometidas", ha dicho Itziar Aizpurua
Ha recordado cómo Etxebarrieta fue una persona "que vivía enamorada y tenía cara de enamorado", que a consecuencia de su militancia en ETA "tuvo que huir, tenía detrás de él a la Policía". En una encendida intervención, Aizpurua ha revindicado el legado de "los militantes en estos 50 años": "Txabi no te olvidamos ni un sólo día, personas como tú son las que nos han traído hasta aquí, personas comprometidas". A todas ellas, la histórica miembro de HB les ha dado las gracias por haber logrado "que este pueblo esté en pie".
Ha asegurado a los presentes que en todos los años de militancia política "he aprendido que es la lucha la que nos hace libres, es la que me ayudará hasta que muera". Aizpurua ha terminado lanzando vivas, puño en alto, a los "gudaris vascos", a Txabi Etxebarrieta y a la izquierda abertzale.
A lo largo de todo el acto se ha obviado el atentado cometido la tarde del 7 de junio de 1968 en Venta Haundi y en el que Etxebarrieta mató a Pardines. Más aún, se han destacado las virtudes del joven militante de ETA como una persona cariñosa, inteligente, comprometida, que escribía cuentos, leía mucho y era amante de la música clásica: "En Venta Haundi le tirotearon y le remataron, si no, no sé hasta dónde hubieras llegado".
A lo largo de todo el acto se ha obviado el atentado cometido la tarde del 7 de junio de 1968 en Venta Haundi y en el que Etxebarrieta mató a Pardines
En el acto se ha bailado un aurresku ante una imagen de Etxebarrieta y el bertsolari Amets Arzallus ha cantado versos en su recuerdo y se han coreado temas populares referidos a su figura y su muerte. Poco antes, durante la marcha llevada a cabo, y en la que ha participado entre otros el ex preso de ETA, José Antonio López Ruiz, 'Kubati', se ha reivindicado la libertad para los presos de ETA, la independencia y la lucha.
"Verdad, memoria y dignidad"
Al inicio del homenaje varios representantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo han desplegado una pancarta en demanda de "verdad, memoria, dignidad y justicia". Han recibido el rechazo de varios de los presentes pero sin que se produjeran incidentes. En cambio, sí se han registrado altercados cuando uno de los periodistas que cubría el acto ha intentado recabar la opinión de algunos de los presentes. Al cuestionarles por la ausencia de referencias al asesinato de Pardines y el homenaje a su asesino, se han vivido momentos de tensión y algún forcejeo.
El incidente ha provocado la intervención de la Policía Municipal. Los agentes sólo han identificado al periodista, al que han vigilado, al igual que un miembro de la organización y al que han terminado por expulsar cuando se disponía a preguntar de nuevo a algunos de los presentes.
Previamente, se ha desarrollado una ofrenda floral en la carretera N-1, en el acceso a Tolosa, en el punto en el que se produjo el tiroteo en el que murió Etxebarrieta. En él, ante una imagen del miembro de ETA, se ha descubierto un panel con su rostro cubierto con una ikurriña con crespón negro. Un aurresku ha precedido a la ofrenda floral que han iniciado, entre otras, Aitziber Ibaibarriaga, concejal de EH Bildu en Bilbao y sobrina de Etxebarrieta.
Unos minutos antes, Jokin, compañero de Etxebarrieta a finales de los 60, ha alabado su figura recordando su compromiso militante por "la libertad de Euskal Herria". "Por su lucha y la de muchos hemos logrado el patrimonio político que tenemos y debemos poner al servicio del futuro". Ha asegurado que a partir de ahora toca "gozar de esos logros" para que el camino hacia la independencia "no sea triste. ¡Viva Txabi y viva todos los caídos!".
El asesinato de Pardines
Etxebarrieta falleció apenas dos horas después de que él hubiera asesinado al que sería la primera víctima de ETA, el guardia civil José Antonio Pardines. Etxebarrieta viajaba junto a otro miembro de ETA, Iñaki Sarasketa camino de Beasain donde iban a recoger un cargamento de explosivos.
Durante el trayecto, el vehículo fue interceptado por el control de tráfico que estaba llevando a cabo el agente Pardines junto a otro compañero de la unidad de tráfico que años después también sería asesinado por ETA. Cuando Pardines se encontraba inspeccionando el número de bastidor del vehículo, Etxebarrieta, temeroso de que les descubrieran, sacó el arma y lo asesinó.
Tras huir, la Guardia Civil activó una operación de búsqueda por toda Guipúzcoa. Etxebarrieta y Sarasketa se refugiaron en la vivienda de un colaborador de la banda, donde permanecieron sólo unas horas hasta abandonarla en un Seat 600. En su huida, ambos etarras se toparon con un control de la Guardia Civil, a su paso por el barrio de Benta Haundo, en Tolosa. Durante el mismo se produjo un tiroteo en el que el joven militante de ETA, de 23 años, falleció.
En estos años el entorno de ETA convirtió la figura de Etxebarrieta en un símbolo y un martir de la lucha de la banda. Un tiempo en el que el olvido a la memoria de su víctima, José Antonio Pardines Arcay ha sido absoluta. El pasado martes el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido presidió en el cuartel de Intxaurrondo un acto de recuerdo al agente asesinado en Venta Handi así como los otro 166 agentes asesinados por ETA en Euskadi.
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