Se cumple un año de uno de los momentos clave de la crisis en Cataluña. El discurso con el que el rey Felipe VI se dirigió a los españoles la noche del 3 de octubre de 2017 para garantizar el cumplimiento de la Ley y advertir a los líderes independentistas de las consecuencias de seguir avanzando al margen de la Constitución. Las palabras del jefe del Estado fueron recibidas como una ofensa en el independentismo, que un año después no ha olvidado "el discurso del a por ellos".

Esta semana, con motivo del aniversario del referéndum ilegal, de la huelga del 3-O y del propio discurso de Felipe VI se suceden en Cataluña las conmemoraciones. El lunes fue el turno de las más reivindicativas, que acabaron derivando en incidentes violentos a las puertas del Parlament o frente a la subdelegación del Gobierno en Girona. Este miércoles ha sido el turno del surrealismo, rechazado incluso desde amplios sectores del independentismo "hartos de performances".

En la plaza Sant Jaume de Barcelona, frente al Palau de la Generalitat, el movimiento de la Acampada por la Libertad había convocado una "acción sorpresa". Esta ha consistido, finalmente, en dibujar sobre el suelo el numerónimo 3-O con fotos del rey Felipe VI, sobre las que han animado a sus simpatizantes a caminar, con la excusa de que "pisar mierda trae suerte". También hay convocada para esta noche una cacerolada, además de un "taller musical para manifestaciones".

Lejos de Barcelona, en Olot, también recuerdan desde el lunes el discurso del rey Felipe VI. En esta localidad al norte de Girona, un importante feudo independentista cerca de la frontera con Francia, un colectivo de artistas colocó este lunes altavoces en las alcantarillas desde los que hicieron sonar, entre otras cosas, el discurso del monarca. Llamaron a la acción "voces de las cloacas" y ha tenido desde entonces una importante repercusión.