La teoría del voto útil saltó por los aires con las elecciones en Andalucía. El PP había llamado a la concentración del voto e hizo campaña contra Vox basándose en la tesis de que apoyar al partido de Santiago Abascal daba, en la práctica, más posibilidades a Susana Díaz para que repitiera su mandato al frente de la Junta de Andalucía. Muchos votantes populares no hicieron caso a esa amenaza y, en efecto, Vox le arrancó 6 de sus escaños al PP.  Pero el ascenso de la formación verde ha hecho posible un escenario con el que nadie contaba: la derecha ha sumado 212.000 votos más que la izquierda haciendo posible la expulsión de los socialistas del Palacio de San Telmo.

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