Cuando el pasado jueves, pasadas las 18,30 horas, el presidente de la Sala Segunda de Tribunal Supremo, Manuel Marchena, decidió preguntar al testigo José Luis Trapero (máximo responsable de los Mossos durante el 1-O) por la reunión que tuvo lugar el 28 de septiembre de 2017 entre la cúpula del cuerpo policial y los máximos responsables del gobierno de la Generalitat (Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Joaquím Forn), los abogados de la defensa dieron un respingo en sus asientos. En el interrogatorio al Comisario General de Información, Manuel Castellví, una semana antes, éste había declarado que los máximos responsables de los Mossos les hicieron saber a sus jefes políticos que había un alto riesgo de violencia durante la jornada del referéndum ilegal.

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