La Casa Real ha suspendido este año todos los actos de la Fundación Princesa de Girona en la capital de Onyar. La Fundación ha suspendido la reunión de su Patronato, que estaba prevista para finales de junio, oficialmente por problemas de agenda de los 88 patronos que la integran.

La decisión se produce después de que la FPdGi anunciara que este año, el de su décimo aniversario, traslada la entrega de sus premios a Barcelona en noviembre, lo que finalmente ha justificado la suspensión de la reunión del Patronato, que tradicionalmente se celebraba coincidiendo con la entrega de los Premios Princesa de Girona.

Fuentes de la Casa Real han matizado, sin embargo, que la reunión del Patronato se producirá en Noviembre, coincidiendo con la celebración del décimo aniversario y la entrega de los Premios, puesto que siempre ha ido ligada a este evento. Y no descartan la posibilidad de que entonces se reúna en Girona, pese a que los actos públicos se celebrarán en Barcelona.

La decisión de la Fundación consuma la ruptura de la Casa Real con Girona, después de que el Ayuntamiento de esta ciudad declarara a Felipe VI persona non grata y se negara a ceder el Auditorio de la ciudad para la celebración de la entrega de premios de la Fundación que había acogido durante las ocho ediciones anteriores. Los hermanos Roca tuvieron que salir en rescate de la Fundación el año pasado, lo que les acarreó no pocas críticas de connivencia con la monarquía, a la que los independentistas han fijado como uno de sus blancos prioritarios.

La FPdGi es una fundación privada, constituida por la sociedad civil en Girona en 2009, impulsada por 88 patronos. El proyecto, propuesto por empresarios y políticos catalanes como una vía de promoción de Girona y de fortalecimiento de los lazos de la Casa Real con Cataluña, tuvo en el ex dirigente de Convergencia y ex director de Caixa Girona Arcadi Calzada a uno de sus principales impulsores. Con la llegada de Carles Puigdemont a la alcaldía de Girona la relación se enfrió, aunque los primeros años del procés, Artur Mas intentó desde la presidencia que Felipe VI ejerciera de puente entre Gobierno y Generalitat.

Con la llegada al poder de Quim Torra, la Generalitat puso a Felipe VI definitivamente en el foco del independentismo, anunciando la "ruptura de relaciones" con la Casa Real, lo que ha comportado dos sonoros plantes al Rey en la inauguración de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona y del Mobile World Congress en Barcelona. En ambas ocasiones, Torra se negó a participar en el saludo protocolario al monarca, aunque sí lo saludó en privado.

La Generalitat al completo, además del Ayuntamiento de Girona, plantó además a Felipe VI en la entrega de premios Princesa de Girona del año pasado, la primera tras la proclamación de independencia y el discurso del Rey del 3 de octubre, muy contestado en Cataluña. Hace un mes, el empeño por denostar al Rey llevó al Govern a plantar también a uno de los grandes empresarios catalanes de las últimas décadas, Mariano Puig, que recibió de mano de Felipe VI el Premio a la Trayectoria Empresarial del Instituto de Empresa Familiar sin ninguna autoridad catalana presente.

Impulsar el talento joven

Si el Príncipe de Asturias se ha convertido en uno de los galardones más prestigiosos del mundo para trayectorias consumadas en los ámbitos de la ciencia y las artes, el Príncipe de Girona aspira a convertirse en una palanca de promoción para jóvenes talentos.

La FPdGi se presenta como un referente a nivel estatal en el apoyo a los jóvenes en su desarrollo profesional y personal, poniendo un interés especial en la detección de jóvenes con talento que sirvan de referentes contemporáneos a otros jóvenes (Premios FPdGi), el lanzamiento de programas para la mejora de la empleabilidad (Programa Rescatadores de Talento) y la innovación educativa en la formación de formadores (Educar el Talento Emprendedor).

En 2019, la FPdGi destinará 2,8 millones de euros a programas en beneficio de los jóvenes.