El defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, ha recomendado a la Generalitat que retire los lazos amarillos y las esteladas de los edificios públicos catalanes durante el periodo electoral. El Síndic responde así a la petición cursada ayer por el Govern tras la presión de la Fiscalía. Y lo hace cuestionando los argumentos con los que Quim Torra rechazó acatar la resolución de la Junta Electoral Central en la que se exigía eso mismo a la Generalitat.

La portavoz del Govern, Elsa Artadi, explicó ayer que Torra había solicitado al síndic un informe sobre la eventual vulneración de la neutralidad en periodo electoral y que se sometería exclusivamente a lo que dijeran las instituciones catalanas. Pero lo cierto es que el viernes 15 de marzo la Sindicatura ya había hecho de oficio un informe en el que avalaba la tesis de la JEC y recomendaba retirar los símbolos políticos de los edificios públicos en periodo electoral.

El propio Torra telefoneó el viernes a Ribó y le solicitó una serie de aclaraciones sobre el alcance de sus recomendaciones, que presentó por escrito el lunes en el registro de la Sindicatura. Y es en respuesta a esas aclaraciones que hoy el síndic ha comparecido públicamente para confirmar su apuesta porque se retiren los lazos de los edificios públicos de la Generalitat.

Pendientes de la JEC

La decisión de Ribó se produce horas antes de la reunión de la Junta Electoral Central, que se cita mañana para hacer definitiva la retirada de lazos amarillos y las esteladas de los edificios públicos de la Generalitat y decidir si activa los tres escenarios previstos para ello: remisión del caso a la Fiscalía, abrir expediente al presidente Quim Torra, e instar a los Mossos a que aparten los símbolos.

"Torra no pide un informe, nosotros el viernes 15 ya emitimos una resolución sin encomendarnos a nadie, y sobre esto el mismo viernes el president pide aclaraciones" ha advertido Ribó en su comparecencia pública. El president habría pedido aclaraciones sobre si debía retirar todos los lazos o solo los de edificios institucionales y en qué periodo, a lo que Ribó ha respondido hoy señalando las fachadas de los edificios públicos durante el periodo electoral como requisitos de neutralidad mínima exigible a la Generalitat.

El Govern, sin embargo, ha mantenido el pulso con la Junta Electoral Central hasta este momento, manteniendo los símbolos independentistas denunciados por Cs. Torra ha superado ya por dos veces los plazos fijados por la Junta para que cumpla sus mandatos respecto a los lazos amarillos y la estelada.

Primero, hace una semana la JEC dio al presidente catalán un margen de 48 horas para que ordenara que ambos símbolos desaparecieran, y Torra alegó que no podía cumplir el acuerdo adoptado por la JEC debido a la diversidad de cauces de gestión de las sedes (empresas públicas, cesiones a privadas, fundaciones...) y porque debía defender la libertad de expresión en Cataluña.

El segundo ultimátum lo dio la Junta Electoral el pasado lunes, lo fijó en 24 horas y, junto a ello, en su acuerdo, el órgano que vela por el cumplimiento de la legislación electoral advirtió a Torra de que podría estar incurriendo en responsabilidades penales.

Además, pidió a la Delegación del Gobierno en Cataluña que le informara si, superado dicho plazo, los lazos amarillos que recuerdan a los dirigentes en prisión preventiva seguían visibles en los edificios.

La Delegación, que dirige la exdiputada socialista Teresa Cunillera, se dirigió a la Junta Electoral Central pasadas las 15.00 horas de este martes para comunicar que en una docena de sedes los lazos aún se podían ver.

Artadi se comprometió a acatar la recomendación del defensor del pueblo sobre los lazos

La respuesta de Torra y del Govern fue que no quitaría ni los lazos ni las esteladas a la espera de conocer el criterio del síndic y con el compromiso de acatar las recomendaciones del defensor del pueblo catalán en esta materia en el que Artadi insistió el martes tras la reunión del Ejecutivo. Por tanto, el Govern debería proceder ahora a retirar los lazos, que tanto Torra como los consejeros Miquel Buch y Alfred Bosch han defendido airadamente esta mañana en la sesión de control parlamentario al Govern.

La JEC ha decidido fijar una reunión este jueves por la tarde para hacer definitivo el cumplimiento de sus resoluciones, esto es, que se quiten los lazos y las esteladas toda vez que, como dijo en su primer acuerdo, no son compatibles con la neutralidad que en periodo electoral deben defender y aplicar las administraciones públicas.

Tres escenarios

Las fuentes consultadas indican que, por un lado, se dará traslado a la Fiscalía del caso por si estima que, tras dos incumplimientos, Quim Torra ha incurrido en "responsabilidades penales"; es decir, un posible delito de desobediencia que le acarrearía la inhabilitación para cargo público.

El segundo escenario es la vía administrativa: apertura de un expediente por infracción electoral, lo que podría culminar en una sanción de hasta 3.000 euros.

El tercero es la petición a la Consellería de Interior para que, a su vez, dé curso a los Mossos d'Esquadra de la resolución de retirada de los lazos amarillos y de las esteladas. Y no solo de que los quiten sino de que también vigilen que no se vuelven a exhibir en periodo electoral, apuntan las fuentes.

Si la Junta Electoral Central decide mañana este último punto, sería la primera vez en la historia que el órgano electoral se dirige a unas Fuerzas de Seguridad para que cumpla una de sus resoluciones. Estas tres medidas son complementarias y, por tanto, la Junta podría aplicarlas este jueves a la vez.