El PSOE ha reeditado su victoria en Castilla y La Mancha y Extremadura, solo que con más diferencia que hace cuatro años en estos dos bastiones históricos socialistas.

Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara repetirán como presidentes y no necesitarán alianzas para gobernar: en la región castellano-manchega con el 90%, el ex alcalde de Toledo García-Page supera el 44% y una mayoría absoluta de 19 diputados. La mayoría estaba en 17. El PP pasaría en esta comunidad de 16 a 10, Podemos desaparece (de dos a cero) y Ciudadanos obtendría cuatro. Los resultados de Podemos han sido tan nefastos que el secretario general autonómico, José Molina, ha presentado la dimisión.

Igualmente en Extremadura, el PSOE obtendría exactamente un escaño más del límite que conduce a la mayoría: 34 diputados. En esta región, donde va escrutado también el 90%, Podemos ha sacado cuatro diputados, que son dos menos que los seis de 2015. El PP extremeño obtiene 20 escaños, siete Ciudadanos y dos Vox.

Fernández repite en Asturias

Se trataría de dos victorias arrolladoras de dos barones que en su momento estuvieron enfrentados a Pedro Sánchez a nivel interno. Ambos han mostrado distancias con Podemos, especialmente García-Page durante la legislatura.

Por su parte, el socialista asturiano Javier Fernández se ha quedado a tres diputados de la mayoría absoluta (23): ha obtenido 20, por cuatro Podemos y dos IU. A su derecha, el PP ha obtenido 10 escaños, dos Foro Asturias, cinco Ciudadanos y dos Vox.