Finalmente Vox ha dado su brazo a torcer y ha retirado la enmienda a la totalidad de los presupuestos autonómicos de Andalucía. Pero lo ha hecho tras días de agonía en Sevilla y Madrid, en los que el Ejecutivo regional de PP y Ciudadanos se enfrentaba a una crisis prácticamente insalvable: ver naufragar en el Parlamento sus primeros Presupuestos, menos de medio año después de llegar al poder.
Finalmente, las fuerzas políticas andaluzas han dado luz verde a un acuerdo marco de 34 puntos que incluye compromisos como la revisión sistemática de la llamada administración paralela, la inclusión en los Presupuestos del término "violencia intrafamiliar" y un teléfono de atención exclusivo para estos casos, mejoras en las condiciones de climatización de las aulas, recursos para desarrollar el llamado 'pacto del agua' y potenciación de la red de centros de atención a la dependencia.
La negociación se ha llevado a cabo en Madrid, donde se trasladó en las últimas horas el consejero de Presidencia andaluz Elías Bendodo (PP). Bendodo ha mantenido contactos con Iván Espinosa de los Monteros y otros altos dirigentes de Vox, que desde Andalucía se han interpretado como una subordinación de las cuentas regionales al resto de acuerdos autonómicos y municipales que actualmente se negocian en la capital de España.
Vox ha mantenido hasta el último momento la incertidumbre sobre su posición final respecto a las cuentas, aunque desde mediados de la mañana ya se hablaba de un acuerdo "casi" cerrado que finalmente se ha producido. Durante la semana de angustia e incógnita para el gobierno andaluz, sin embargo, Ciudadanos ha mantenido su posición de no negociar directamente con Vox, que se ha entendido por su cuenta con el PP.