La prisión decretada por la Audiencia Nacional para los siete miembros de los CDR acusados de terrorismo ha provocado hoy una nueva bronca entre partidos independentistas y constitucionalistas en el Parlament, que ha concluido con la expulsión del hemiciclo del presidente del Grupo de Cs, Carlos Carrizosa. Es el segundo dirigente de la oposición al que expulsa el presidente de la Cámara, el republicano Roger Torrent, tras la expulsión hace unos meses del popular Santi Rodríguez.

La segunda sesión del Debate de Política General, en la que esta tarde debían votarse las propuestas de resolución con las que los grupos marcan, teóricamente, sus objetivos políticos para el curso, ha acabado a gritos entre las dos bancadas del hemiciclo por la denuncia independentista de una supuesta operación orquestada desde la Audiencia Nacional para criminalizar al secesionismo identificándolo con el terrorismo.

Interrupción de la CUP

La primera interrupción se ha producido cuando el líder de la CUP, Carles Riera, ha propuesto suspender el pleno y las votaciones ante la inminencia de la decisión de la Audiencia Nacional de enviar a prisión a los investigados. "Ya tenemos 16 presos políticos" ha lamentado Riera para justificar una pretensión que Torrent ha rechazado, porque una vez iniciadas las votaciones no se puede suspender el pleno, ha alegado.

Tras concluir las votaciones, los portavoces de JxCat, Gemma Geis, y ERC, Sergi Sabrià, han pedido reunir a la Junta de Portavoces como había propuesto inicialmente Riera, para dar una "respuesta institucional" a la decisión de la Audiencia Nacional. "Desde el rechazo absoluto a la violencia pedimos reunir a la Junta para denunciar aplicación de Ley antiterrorista a estas siete personas y para denunciar que en este Estado hay tribunal especial que es el mismo que mandó a prisión a los Jordis y al Govern", ha clamado Sabrià.

Unas intervenciones que han llevado a Carrizosa a denunciar la "inmensa pena y la vergüenza de estar en un Parlament en el que se está amparando a personas en prisión preventiva presuntamente por hechos gravísimos, por atentar contra la convivencia de todos los catalanes". Una situación que ha llevado al líder naranja ha lamentar que "nos sentimos amenazados por aquellos que amparan el terrorismo".

Nos sentimos amenazados por aquellos que amparan el terrorismo" lamenta Carrizosa

Esta afirmación ha desatado una oleada de abucheos y recriminaciones hacia el presidente del grupo naranja, que se ha revuelto contra las bancadas independentistas. Ha sido cuando Torrent le ha llamado al orden en tres ocasiones, para acabar expulsándolo.

Una decisión que ha llevado al líder del PP catalán, Alejandro Fernández, a reclamar a Torrent "que sea igual de diligente" a la hora de llamar al orden y sancionar "a unos y otros grupos". Fernandez ha exigido además al Parlament que igual que clama por la presunción de inocencia de los detenidos, recuerde que "la Guardia Civil y la Justicia española merecen respeto a su honor como servidores públicos de una gran democracia como la española".

Echar a la Guardia Civil

Antes de eso, los votos de JxCat, ERC y la CUP han impuesto el rodillo independentista para aprobar la propuesta estrella del independentismo como conclusión del Debate de Política General, una moción que pide la expulsión de la Guardia Civil de Cataluña y la dimisión de la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera. Es la respuesta orquestada por los partidos independentistas a la detención de nueve miembros de los CDR acusados de terrorismo, que presuntamente preparaban acciones violentas coincidiendo con el segundo aniversario del 1-O.

El texto propuesto por JxCat y ERC y apoyado por la CUP asegura que la Guardia Civil "se ha mostrado abiertamente como una policía de carácter político centrada en perseguir a determinados colectivos políticos". Un texto que la neoconvergente Gemma Geis ha justificado asegurando que "pedimos la expulsión de la Guardia Civil porque actúan sin control, con formas claramente intimidatorias".

Más prudente se ha mostrado la portavoz de ERC, Anna Caula, quien se ha limitado a argumentar que "la Guardia Civil no resuelve los problemas políticos, generar crispación no resuelve problemas políticos" y ha insistido en que "la reivindicación independentista siempre ha sido pacifica, cívica, constructiva, democrática, y esto les complica la vida cuando la quieren identificar con la lucha armada".