El ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha llamado este martes a activar la 'Asamblea de Cargos Electos' para poder articular desde ella una respuesta a la sentencia contra los líderes independentistas que el Tribunal Supremo emitirá previsiblemente en los próximos días. Puigdemont ha asegurado que es el "momento" de recuperar la idea de una Asamblea paralela con la que esquivar el control del Estado y avanzar en la agenda independentista.

La Asamblea, sin ningún tipo de validez legal, es una de las herramientas de cuyo desarrollo se encarga el fantasmal Consejo de la República, que también preside Puigdemont y que permanece en el ostracismo desde su creación hace más de un año, estancado en una crisis de afiliaciones y sin ninguna utilidad real.

La Asamblea de Electos estuvo en boca de todos en octubre de 2017, cuando se llegó a fantasear con que fuera este organismo alegal el que declarase la independencia si el Parlament se disolvía por efecto del artículo 155. Finalmente, nunca llegó a servir para nada. Su figura emerge de nuevo ahora cuando reverdece la tensión en Cataluña.

En una comparecencia ante los medios de comunicación, Puigdemont ha descartado absolutamente que tenga previsto trasladarse a algún país asiático o sudamericano sin acuerdos de extradición con España. "Rotundamente no", ha contestado preguntado por esa posibilidad.

Sobre la posible aplicación del 155 por parte de un gobierno en funciones, Puigdemont ha tratado de argumentar que no sería posible porque el Senado está disuelto por mor de la convocatoria electoral.

La Asamblea de Cargos Electos que pretende resucitar Puigdemont recibió casi 4.000 adhesiones en octubre de 2017 por parte de concejales, diputados y cargos independentistas de todo tipo, aunque jamás se reunió ni se ha actualizado su particular 'censo' tras las últimas elecciones municipales y autonómicas.