La respuesta a la sentencia del procés, que el Tribunal Supremo debe hacer pública en los próximos días, ha marcado hoy la sesión de control al gobierno catalán, que ha vuelto a mostrar las divergencias entre republicanos y neoconvergentes en este terreno. Quim Torra ha defendido una respuesta contundente, basada en la reivindicación del "derecho a la autodeterminación", que ha vuelto a colocar en el ámbito del Parlament presidido por el republicano Roger Torrent.

Minutos antes, el número dos republicano, Pere Aragonés, había abogado por "responder con la mirada larga" apelando al diálogo. Ni una mención a la desobediencia civil e institucional que proclaman las entidades independentistas, solo la vaga promesa de "seguir trabajando" por al república catalana.

"Será el Parlament el que, ante una sentencia que va directa como un torpedo contra la convivencia en Cataluña tendrá que tomar una decisión, que espero que se enmarque en el ejercicio del derecho a la autodeterminación y el respeto a los derechos humanos". Quim Torra ha recuperado hoy la voz en el Parlament, tras su sonoro silencio durante la moción de censura, para defender la "desobediencia" como respuesta a la sentencia y acusar a Cs de "banalizar la violencia" con sus acusaciones sobre los CDR.

Y ha fijado la respuesta en el Parlament, volviendo a poner en el foco de la desobediencia civil a Roger Torrent, que ha esquivado ya varias trampas de este tipo esta legislatura. Lo ha hecho, además en la respuesta la intervención de ERC, centrada en criticar el apoyo socialista a la posible aplicación del 155.

El presidente ha propuesto como fórmula para los próximos días "firmeza, serenidad, voto y palabra" y ha dejado claro que "la amenaza permanente con el 155 de casi todos los partidos españoles" no cambiará esa decisión en un Govern que se siente especialmente legitimado tras haber superado en las dos últimas semanas el Debate de Política General y la moción de censura presentada por Cs.

Torra ha negado además la "frialdad" con los Mossos dEsquadra que le ha recriminado Miquel Iceta, tras la dimisión del director de la policía autonómica por las intromisiones del president en el dispositivo de respuesta a las manifestaciones por la sentencia. "En este país se respetarán los derechos y libertades de todos, cosa que no ha pasado, porque tenemos a dos líderes sociales, los Jordis, en prisión por apelar al derecho a manifestarse", ha argumentado.

En las preguntas previas al Govern, el vicepresidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, ha acotado el marco de esa respuesta advirtiendo que el seguirán apostando por el diálogo.

Fijar la postura de ERC

"El Govern expresará su apoyo a todos los represaliados" ha asegurado Aragonés, quien ha advertido sin embargo que "actuaremos con mirada larga apostando por el diálogo, siendo conscientes de que las ideas no se encarcelan, y seguiremos trabajando por la republica catalana". El dirigente republicano ha hecho esta intervención en respuesta a una interpelación de su propio grupo, con todo el aspecto de maniobra para fijar la postura de Esquerra ante un debate marcado por el calendario judicial.

Aragonés ha señalado que la situación "es anómala" porque "se pretende que el poder judicial resuelva" un conflicto político y se "utiliza políticamente" a ese poder judicial "para perseguir unas ideas políticas". Y ha reclamado a los socialistas que dejen "las amenazas con el 155 por cuatro votos,". Pero ha concluido asegurando que "en el Govern tenemos claro que hay que hablar, dialogar, y devolver este conflicto a la política, es decir, que decida la gente", apelando al referéndum y obviando la desobediencia por la que aboga Torra.