Abu Bakr al Baghdadi fue un "enfermo" y un "depravado". Una persona "viciosa" y un "brutal asesino". Así lo ha definido el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en la comparecencia en la que ha anunciado la muerte del fundador y líder del Estado Islámico, durante una operación especial del ejército de los Estados Unidos, que le había localizado hace semanas en Idlib, en el norte de Siria.

"Murió como un perro y como un cobarde", ha descrito Trump, que ha explicado que el edificio en el que habían localizado a Al Baghdadi fue asaltado por fuerzas especiales de los Estados Unidos por el aire, descolgándose desde los ocho helicópteros que tomaron parte en la operación. Al verse rodeado, Al Baghdadi activó el cinturón de explosivos que llevaba encima y murió descuartizado, junto a por lo menos tres de sus hijos.

Posteriormente, el ejército norteamericano lanzó un ataque aéreo contra el edificio en el que fue neutralizado Al Baghdadi y lo destrozó hasta los cimientos, con el objetivo de evitar que se convirtiese en un lugar simbólico o de peregrinación.

El presidente de los Estados Unidos ha explicado que Rusia y Turquía han participado en la operación, aportando información sobre la ubicación de Al Baghdadi, en el caso del gobierno de Vladimir Putin, y permitiendo el sobrevuelo del espacio aéreo turco, por parte de Erdogan. "Rusia odia al Estado Islámico tanto como nosotros", ha dicho Trump en su comparecencia. El gobierno iraqí, por su parte, asegura que también proporcionó información clave a Estados Unidos para localizar a Baghdadi.

El dirigente norteamericano ha confirmado que ha seguido en directo la operación, "muy peligrosa", y ha detallado que las fuerzas americanas recibieron ráfagas de disparos al entrar en Idlib. "Los tiradores fueron inmediatamente ejecutados", ha dicho Trump, loando a los militares: "Esa gente es espectcular".

La operación militar comenzó a diseñarse hace dos semanas, al recibir confirmación certera sobre la ubicación de Baghdadi, que en un primer momento trató de huir a través de un túnel que la información norteamericana también tenía localizado.

Trump ha confirmado que las víctimas en la operación han sido "numerosas" en el bando yihadista, pero ha subrayado que ningún soldado norteamericano ha muerto en la operación: "No hemos perdido a nadie".

El presidente ha explicado que Rusia había sido informada de la operación, pero no los líderes políticos demócratas ni republicanos. "Washington es una máquina de filtraciones", ha dicho Trump para explicar el secretismo que precedió al ataque de las fuerzas especiales.