La Consejería de Interior de la Generalitat ha abierto 15 investigaciones internas sobre otras tantas actuaciones de los Mossos d'Esquadra durante los primeros días de respuesta a la sentencia del procés, dentro de la "mayor auditoria interna jamás emprendida" por el cuerpo para depurar responsabilidades. Así lo anunció ayer la portavoz del Govern, Meritxell Budó, tras la reunión del Consell Executiu, al tiempo que el titular de Interior, Miquel Buch, incidía en el mismo mensaje desde su perfil oficial de twitter.

Los anuncios de Budó y Buch no han gustado entre los sindicatos de la policía autonómica, que responden de forma unánime señalando que la revisión de las actuaciones de estos días "es absolutamente normal" en una policía que "es la más fiscalizada de Europa". Pero no es normal el modo en que se han explicado.

Lo que preocupa es esa forma inédita de anunciar en público las medidas internas adoptadas de forma habitual en el cuerpo. Así lo destacan tanto Imma Viudes, portavoz de SAP-FEPOL, como Francesc Vidal, de USPAC, que asocian esos anuncios a las "presiones externas" que está recibiendo el cuerpo en los últimos días, básicamente por las exigencias de ceses de la CUP y los comunes, con los que el Govern confía en aprobar los presuputestos. Y advierten contra el riesgo de una "caza de brujas política" en un cuerpo policial "muy desgastado" por los incidentes de los últimos días.

"El desgaste del cuerpo es enorme" señala Viudes, que recuerda las jornadas de 15 a 18 horas que han tenido que soportar los agentes de la Brigada Móvil (Brimo) en las últimas dos semanas y lamenta que ninguno de esos grupos políticos que reclaman medidas contra los Mossos se pregunte por qué "nos hemos visto desbordados por un nuevo paradigma de violencia extrema" y qué necesita la policía autonómica para hacerle frente.

Los políticos no se preguntan por qué nos hemos visto desbordados por un nuevo paradigma de violencia extrema" se lamenta la portavoz de SAP

"La Dirección de Asuntos Internos (DAI) hace su trabajo y lo hace bien" coinciden en destacar ambos portavoces sindicales, que insisten en que son los primeros interesados en que se corrijan las actuaciones no reglamentarias. Pero señalan que el anuncio de Buch, o las exigencias de actuación de Torra son gesticulaciones impropias.

"El conseller no puede abrir expedientes, como le reclamó el president" durante la sesión de control al Govern del pasado miércoles, señala Vidal por su parte, porque el Decreto de régimen disciplinario de los Mossos deja claro que esa responsabilidad recae en el Director General del cuerpo. "Siempre hemos sido de los cuerpos más fiscalizados, cada vez que se acaba un operativo se abre una revisión, no hacía falta ese paripé" añade el portavoz sindical.

Tampoco parece inocente la proliferación de información sobre el trabajo de la DAI."Nunca nos habían dado datos sobre el balance de expedientados" señala Viudes, refiriéndose a la intervención de Buch en el Parlament. El conseller de Interior explicó entonces, en respuesta a una pregunta de su propio grupo, JxCat, que "se ha sancionado a 514 agentes por mala praxis policial en diez años, esto demuestra que el cuerpo depura responsabilidades", unos datos que nunca se habían dado a los sindicatos.

El de las sanciones fue el último argumento de Buch a preguntas de su compañero de filas, Eduard Pujol, sobre la actuación de los mossos. Antes, el conseller había destacado su "confianza absoluta en el cuerpo de Mossos d'Esquadra, en la autoexigencia que tienen para ser cuerpo cada día mejor". Unos argumentos que, en otros momentos y sin la presión exógena y endógena que sufren los mossos, deberían haber sido suficientes.