El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha elevado a 33 los agentes de los Mossos d'Esquadra investigados por la dirección de asuntos internos del cuerpo por su actuación durante los violentos disturbios vividos en Barcelona y otras capitales catalanas tras hacerse pública la sentencia del procés. Buch ha hecho este anuncio en el marco de una comparecencia ante la Comisión de Interior del Parlament para dar cuenta precisamente de la gestión de esos días, en la que ha sido duramente criticado en la actuación de la policía autonómica por sus socios de Gobierno, mientras Cs, PSC, y PP le recriminaban la falta de apoyo a los agentes a su mando.

Durante su exposición, de más de dos horas, Buch ha evitado hacer un balance definitivo de las actuaciones de los Mossos entre el 14 y el 20 de octubre, cuando se produjo el grueso de los incidentes violentos y las actuaciones policiales cuestionadas por ERC, JxCat, la CUP y los Comunes. Ha argumentado que la auditoría interna anunciada por el Govern todavía está en proceso porque "son cientos de horas de vídeo" las que hay que revisar para acreditar si las actuaciones de los antidisturbios se ajustaron a los protocolos de los Mossos.

Pero ha reconocido que las quince actuaciones en revisión anunciadas hace un mes se han elevado ya a 33 después de que sus socios de Esquerra se sumaran a las denuncias de la CUP según las cuales los agentes antidisturbios de los mossos "exhibieron una violencia desatada" durante las manifestaciones post sentencia.

Buch ha defendido "la auditoría interna más importante de la historia de la policía catalana" y ha asegurado que la policía autonómica no lo hizo todo bien, pero rechazado convertir esa revisión en un linchamiento contra los mossos, advirtiendo de que su primer deber es defender los derechos de los funcionarios a su cargo. "Una cosa es una evaluación, y la otra es buscar un show. Si se hace un show, un pim pam pum, no haremos nada" ha advertido, rechazando que esa auditoria se convierta en una "caza de brujas", como han denunciado los sindicatos.

El conseller ha explicado que la auditoría revisará tanto actuaciones individuales de los agentes como "las decisiones adoptadas" por los mandos o las "herramientas" utilizadas, y ha rechazado las críticas de CatEC, cuyo portavoz, Marc Parés, le ha recriminado el uso de pelotas de goma por parte de la Policía Nacional. Buch ha reconocido que no tiene competencias para prohibir al CNP el uso de este material y ha propuesto a Parés que lo censuren "ahora que parece que van a entrar en el gobierno", como en su día se hizo en Cataluña.

Frente a las críticas a la actuación policial de los partidos que dan apoyo al gobierno catalán, los tres partidos de la oposición han defendido las actuaciones de los Mossos. Cs ha recriminado a Buch que la actuación policial no fuera suficientemente contundente para reprimir a los violentos, mientras el diputado socialista Carles Castillo le ha recriminado a Buch la "falta de mimo" a los agentes por parte del Govern y la popular Esperanza García ha criticado que no se evitaran los numerosos daños patrimoniales provocados por los manifestantes.

En respuesta, Buch ha defendido que el operativo de la policía catalana consiguió garantizar la seguridad y los derechos de todos los ciudadanos tras repasar, por orden cronológico, las manifestaciones más destacadas desde el 14 de octubre. El conseller, que ha incidido en que a todos sus predecesores les pidieron la dimisión, ha defendido que la mayoría de las movilizaciones transcurrieron de forma pacífica y sin incidentes, pero que quedaron "tapadas" por los altercados del resto.