La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha nombrado a Miguel Ángel Rodríguez jefe de Gabinete. Supone el regreso a la primera línea política del que fuera mano derecha de José María Aznar, primero en la oposición y, más tarde, en el Gobierno en calidad de secretario de Estado para la Comunicación. Rodríguez ya fue asesor de Ayuso en la campaña electoral autonómica y, aunque ahora se mantenía alejado del ejecutivo de la Comunidad de Madrid, no dejó de protagonizar sonoros enfrentamientos con todos aquellos que cuestionaban o dificultaban la labor de la baronesa popular.

Su designación ha generado un profundo malestar en su socio de coalición. El vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, ha trasladado su "disconformidad" durante la reunión del Consejo de Gobierno autonómico, que luego ha repetido públicamente. "Hemos expresado nuestra disconformidad con el nombramiento dentro del derecho a expresarlo, pero respetamos profundamente el nombramiento".

Y es que Aguado ha sido víctima de lo que ha llegado a calificar de "desvaríos tuiteros" de Miguel Ángel Rodríguez. Con el caso de las ayudas de Avalmadrid al padre de Ayuso, ya fallecido, el nuevo jefe de gabinete no dudó en acusar al padre de Aguado de haber recibido "por la cara" 102.000 euros de la administración autonómica. Era su manera de responder a los socios de gobierno de Ayuso por apoyar la creación de una comisión de investigación en la Asamblea sobre dicha ayuda, aunque los naranjas no pidieron su comparecencia.

Pero su principal enfrentamiento de otros muchos tuvo lugar con Vox, que al igual que Ciudadanos, respaldó dicha comisión y permitió, según los populares, que fuera la izquierda, -esto es, PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos- la que controlara la mesa de dicha comisión. Fue Twitter el escenario de un intercambio de insultos entre Rodríguez y el portavoz del Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.

Se quejaba Espinosa de los Monteros en esta red social de una información de la Cadena Ser sobre el impago de las cuotas de la comunidad de vecinos de un garaje de 296 metros, que usaba su esposa y portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio, de despacho profesional. Rodríguez reaccionó con el siguente exabrupto: «Jódete, imbécil: Avalmadrid. Así os empuren. Idiotas!». Lo que fue respondido por Espinosa de los Monteros con un "borracho" que aludía a un incidente de tráfico de Rodríguez años atrás en el que cuadruplicaba el índice de alcoholemia permitido.

En definitiva, la elección de Ayuso no vaticina en principio un buen clima de entendimiento futuro ni con su socio de gobierno, Ciudadanos, ni tampoco con la formación política de la que depende para ahormar mayorías, Vox, justo en un momento en que tienen que sentarse a negociar los presupuestos de la Comunidad con la amenaza de poner sobre la mesa en "pin parental" que ya ha aceptado Murcia.