Quim Torra nunca dijo que convocaría las elecciones al Parlament "inmediatamente después" de la aprobación de los presupuestos catalanes. Solo dijo que entonces anunciaria la fecha de los comicios. Así lo ha argumentado hoy la portavoz del Govern, Meritxell Budó.

Un día después de que el lendakari Íñigo Urkullu y el presidente gallego Albert Núñez Feijoó anunciaran la convocatoria de elecciones en el Pais Vasco y Galicia el 5 de abril, el gobierno catalán ha enfriado oficialmente el calendario electoral catalán.

En entornos independentistas próximos al JxCat ya se había especulado en los últimos días sobre la posibilidad de aplacar la convocatoria a otoño, una opción que Budó ha oficializado hoy. Esta opción da más margen temporal a JxCat para reordenar su estructura interna, con la fusión de PDeCat y la Crida. Y sitúa los comicios en la mejor fecha para los independentistas, coincidiendo con las movilizaciones de la Diada y el 1-O.

"No sabemos cuando serán", ha argumentado Budó, "lo que está claro es que no serán 54 días después de la aprobación de los presupuestos" ha añadido en referencia plazos legalmente fijados por la Loreg entre la disolución del Parlament y la celebración de los comicios. "El anuncio que hizo es que él decidiría el momento y lo anunciaría después de presupuestos".

 Aragonés se suma a la negociación

Al margen del calendario electoral, Budó tampoco ha aclarado el calendario de negociaciones abiertas por el gobierno catalán. La consellera ha explicado que el encuentro anunciado por Torra con los partidos independentistas para fijar la posición del Govern en la mesa de negociación no tiene fecha -el president habló de esta semana- pero en todo caso se hará sin publicidad.

En ese espacio se debatirá hasta donde debe llevar el Govern su reclamación de un mediador. Una petición que han encabezado Torra y Carles Puigdemont, ante la frialdad de Esquerra. Los republicanos aseguran apoyar esta figura, pero advierten que no puede condicionar la negociación con el Gobierno.

Esta cuestión "se trasladará a la mesa catalana" de partidos y entidades independentistas "que se reunirá esta semana, en la que se trabajarán las condiciones y garantías" de la negociación con el Gobierno. Una opción que cuestionan desde Esquerra, puesto que ni la CUP ni ANC apoyan el diálogo con el ejecutivo de PSOE y Podemos.

Tampoco hay avances en la composición de la parte independentista de la mesa de negociación, más allá de la incorporación de Pere Aragonés a la mesa. El propio líder de ERC ha avanzado su participación en la negociación en declaraciones a TV3, una decisión que después se ha trasladado al Consell Executiu, según ha explicado Budó.