Isidre Fainé y Josep Oliu serán hoy las "estrellas" de la Comisión de investigación del 155 del Parlament, en la que los partidos independentistas, con el apoyo de los comunes, pasan cuentas por la aplicación del artículo 155 en Cataluña tras la declaración unilateral de independencia. Los máximos responsables de La Caixa y Banc Sabadell, las dos grandes entidades bancarias con sede en Cataluña hasta octubre de 2017, acuden a la comisión para dar cuentas de la salida de las sedes sociales de sus bancos a raíz del referéndum ilegal del 1 de octubre.

Tanto La Caixa como el Sabadell se acogieron en su momento al Decreto aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy para permitir el cambio de sedes sociales sin necesidad de acuerdo de la asamblea de accionistas y respondieron con su salida a la inestabilidad política y económica generada por el referéndum del 1-O. Junto a ambas entidades, más de 5.000 firmas abandonaron Cataluña en los meses posteriores huyendo de la inestabilidad política.

Se trata de uno de los discursos más recurrentemente utilizados por el constitucionalismo para ejemplificar los efectos nocivos del proceso independentista. Y uno de los objetivos declarados de la comisión -en la que participan JxCat, ERC, Comunes y la CUP, mientras Cs, PSC y PP se autoexcluyeron tras oficializarse sus objetivos y el listado de comparecencias- es desmentir ese discurso y cargar la responsabilidad de la salida de grandes empresas al Gobierno Rajoy y al Rey Felipe VI.

Presiones del Rey y Rajoy

Al primero, el independentismo le acusa de haber abierto la puerta a la fuga con el Decreto de cambio de sedes. A Felipe VI, le acusa de haber presionado a las grandes empresas para que abandonaran esta comunidad, en connivencia con el Gobierno. Ponen como ejemplo Seat, después de que el presidente del comité de empresa e histórico dirigente de UGT, Matías Carnero, asegurara según medios independentistas que el Rey en persona había llamado al presidente de la firma para presionarle en este sentido.

El propio Carnero compareció ante la Comisión del 155 hace dos meses y desmintió que se hubiera producido la llamada, publicitada en su momento por el delgado de la Generalitat en París, Martí Anglada. Carnero reconoció que nunca hubo tal llamada, pero apuntó que en la recepción real del 12 de octubre de ese año se comentó la situación de Seat y ese comentario llegó a la dirección de la compañía, lo que a su juicio es una forma de presión. No lo eran, en cambio, las llamadas del vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras.

Junqueras protagonizó la penúltima sesión de la Comisión del 155 junto a los otros ex consellers condenados por la organización del 1-O y la declaración de independencia. En esa sesión, el líder de ERC advirtió al PSOE contra "las cloacas del Estado" que a su juicio han maniobrado para que fueran condenados a penas de prisión por los delitos de sedición y malversación. La última correspondió el turno a Carles Puigdemont y el resto de los huidos a Bruselas, que declararon por vídeo conferencia.

Junto a Oliu y Fainé debía comparecer hoy el presidente del Grupo Planeta y Atresmedia, José Crehueras, que ha pedido al Parlament posponer la comparecencia por motivos de agenda. También fueron convocados en su momento los máximos responsables del Gobierno en 2017 encabezados por Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, además de Pedro Sánchez en su calidad, entonces, de líder de la oposición y el jefe de la Casa Real. Pero todos ellos han rechazado rendir cuentas ante el parlamento autonómico.