La madre de quien fuera concejal del PP en Ermua, asesinado por ETA en 1997, Miguel Angel Blanco, ha fallecido esta noche después de que hace apenas dos semanas también muriera su marido, Miguel Blanco. La muerte de Consuelo Garrido la ha dado a conocer a través de las redes sociales el candidato del PP a lehendakari, Carlos Iturgaiz. El fallecimiento de la madre de Blanco se ha producido tras infectarse por coronavirus.

Los padres de la también secretaria de Igualdad y Asuntos Sociales del PP, Maria Mar Blanco, participaron de modo activo en la divulgación de la figura de su hijo como símbolo de la lucha contra la violencia de ETA.

La Fundación Miguel Angel Blanco ha hecho público un mensaje de pésame asegurando que "estamos consternados por la noticia": "Toda nuestra fuerza para soportar esta nueva pérdida a toda la famillia y amigos".

El candidato del PP a lehendakari, también ha expresado su condolencia por el fallecimiento de la madre de Mari Mar y Miguel Angel Blanco, "estoy consternado", ha asegurado Iturgaiz quien ha trasladado "mi cariño y afecto" a la familila.

De origen gallego, naturales de Ourense, ambos se trasladaron al País Vasco por motivos laborales y se instalaron en la localidad vizcaína de Ermua, donde su hijo Miguel Angel decidió dedicarse esporádicamente a la política. Su militancia como concejal del PP fue utilizada por ETA para elevar la presión contra los populares. Su secuestro en julio de 1997 y el ultimátum posterior de 48 horas para liberarlo sólo a cambio del acercamiento de los presos de ETA, terminó en tragedia. El cuerpo de Miguel Angel fue encontrado el 12 de julio de 1997 en un descampado de Lasarte (Guipúzcoa) herido de gravedad con dos disparos de bala. Falleció al día siguiente en el Hospital de San Sebastián. Su asesinato provocó una movilización sin precedentes en Euskadi y el conjunto de España contra la violencia etarra y un cambio de la política de lucha contra ETA y su entorno.

Los miembros de ETA Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', Urantzu Gallastegi Sodupe e Ibon Muñoa y José Luis Geresta, alias 'Oker' integraron el comando que secuestro y asesinó al joven concejal del PP. La operación con la que ETA quiso vengarse de la liberación por parte de la Guardia Civil de José Antonio Ortega Lara, secuestrado durante más de 530 días en un zulo enterrado en el subsuelo de una nave en Mondragón, supuso la condena a 50 años de prisión para sus autores.