El Govern de Quim torra ha sacado hoy adelante el decreto ley que propone la mejora de las pensiones de ex consellers en un 0,9% y de los ex presidentes de la Generalitat en un 0,2%. Pero lo ha hecho exihibiendo la soledad de Pere Aragonés en la defensa de unas medidas que le han afeado desde Ciudadanos a la CUP.

Los naranjas, además, han registrado una Proposición de ley para derogar la Ley de los ex presidentes, aprobada en 2003, que concede una pensión del 80% del sueldo actual del president durante la mitad del tiempo que ha permanecido en el cargo y una pensión vitalicia a partir de los 65 años del 60% del sueldo de presidente más alto de España. Socialistas y morados, por su parte, se han preguntado si la "urgencia" de la medida aprobada por el Govern la tercera semana de marzo respondía a la previsión de elecciones inmediatas, que los convertirían a todos en potenciales beneficiarios de esas pensiones.

"Blindar privilegios ni es prudente ni es prioritario" ha advertido el diputado de Cs Dimas Gragera, para quien "es una vergüenza que los catalanes que llevan dos meses sin cobrar" vean ahora como el Govern blinda la subida de "estos sueldos vitalicios" por la vía de urgencia, colándolo además entre medidas para combatir las consecuencias de la crisis sanitaria, como un plan de ayudas y acogida para menores que queden desamparados por la infección de sus progenitores.

Dos millones anuales

Gragera le ha recriminado a Aragonés, impulsor del decreto, que los "privilegios" de los ex presidentes Artur Mas y José Montilla "cuestan más de 2 millones de euros" entre sueldos, de más de 120.000 euros, y mantenimiento de sus respectivas oficinas. Un coste "indecente", como los "más de 5 millones de euros" que según el diputado ha costado Jordi Pujol, hasta que renunció a sus privilegios.

"Los catalanes no tienen que pagar el sueldo a fugado de justicia o a un inhabilitado" como Artur Mas, ha concluido Gragera para defender su propuesta de deregoción de privilegios, tras lamentar que para el Govern "es más urgente esto que medidas de apoyo a los autónomos o garantizar el acceso a la educación telemática de todos los niños".

El texto registrado tiene como objetivo "eliminar cualquier privilegio retributivo de los ex-presidentes de la Generalitat, los expresidentes del Parlament y los ex consejeros con carácter inmediato" y "destinar el dinero ahorrado a un fondo interdepartamental para atender necesidades urgentes e inaplazables derivadas de la lucha contra la pandemia COVID-19".

"Subirle el sueldo a Mas y Montilla es reírse de la oposición y de la gente" ha apuntado Gragera para defender su propuesta. "Queremos retirar los sueldos a los ex presidentes, que no vaya ni un euro" a sufragar sus "privilegios. Queremos que el único privilegio que conserven sea el pin y sentarse delante en los actos oficiales".

El PSC acusa a Aragonés de preparar la caída del Govern

La socialista Alicia Romero, por su parte, ha recriminado a Aragonés la subida del sueldo de los altos cargos en un 2% al tiempo que se sube el sueldo al grueso de la función pública, además de la mejora en las subvenciones a los ex consellers, en un 0,9%. "Cree que los altos cargos mejor pagados de España y los trabajadores peor pagados tienen que sufrir este agravio" ha preguntado Romero. "Es ridículo" ha añadido recordando que el año pasado el Govern de Quim Torra ya se subió el sueldo.

Incluso David Cid (CatEC), que hace apenas un mes aprobó los presupuestos con Aragonés ha lamentado que el decreto "esconde elementos como mínimo feos" entre los que ha destacado la subida de sueldo a altos cargos. "Y alguien debía pensar que íbamos a elecciones, por eso meten la subida 0,9% en los sueldos de ex consejeros".