La mesa de negociación entre Gobierno y Generalitat, que Quim Torra y Pedro Sánchez inauguraron efímeramente el pasado enero, vuelve a estar sobre la mesa del tablero político, por lo menos en Cataluña. Cuando los partidos intuyen que empieza a superarse lo peor de la crisis sanitaria, y antes de que el discurso quede atrapado definitivamente por la crisis económica, los partidos independentistas presionan para volver a colocar esta reivindicación en la agenda del Gobierno.

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