La Fiscalía de la Audiencia Nacional rebaja su acusación contra el mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero de un delito inicial de rebelión a uno de sedición por el que pide una condena de 10 años de prisión. Incluso, plantea como alternativa una condena por desobediencia, delito que conlleva penas de multa e inhabilitación, pero no de cárcel.

La abogada de Trapero y de la intendente Teresa Laplana, Olga Tubau, ha advertido que se trata de una petición de penas dura para sus defendidos a pesar de la rebaja sobre las posiciones iniciales del Ministerio Público y ha confirmado que mantendrá en sus conclusiones finales la petición de absolución para ambos responsables policiales.

Tras conocer las conclusiones de la Fiscalía, Tubau ha advertido de que tanto la sedición como la desobediencia "se trata de delitos graves para mandos policiales, porque se les hace responsables" de haber vulnerado su compromiso de hacer cumplir la ley. "No se puede menospreciar la pena de inhabilitación para dos profesionales que son vocacionales" ha insistido la defensora del ex mayor de los Mossos y la responsable del dispositivo policial que el 20 de septiembre de 2017 permitió el asedio a la Conselleria de Economía durante el registro realizado por una comitiva judicial en el marco de las investigaciones sobre el referéndum ilegal del 1-O.

En este contexto, Tubau ha añadido que pese a la petición inicial de condena por rebelión, la Fiscalía "sorprendentemente" nunca señaló elementos de violencia durante los interrogatorios que a su juicio debían acreditar ese elemento para probar la rebelión. "Nos hemos estado defendiendo siempre de un delito de sedición" ha concluido la responsable de la defensa de Trapero, para quien la sentencia debe ser de absolución "ante el desierto probatorio de la Fiscalía".

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