Sería bueno que habláramos más y riñéramos menos”. Para celebrar el 40º aniversario de la Constitución, Iñaki Gabilondo estrena el próximo sábado La vista atrás, un programa de tres capítulos en el que analiza la transformación que ha vivido la sociedad española en las últimas cuatro décadas.

Iñaki Gabilondo recorre la geografía española con la intención de despertar la memoria dormida de la sociedad, para ver cómo éramos hace unos años y que podamos entender cómo somos ahora. El periodista funde su mirada en la de las tres generaciones de españoles que han protagonizado estos cambios. “Si pasar por la política, se trata de un collage que sirve de reflejo de la sociedad, una aproximación familiar y social. Por ejemplo, en el primer capítulo hemos realizado un viaje a través de una familia, desde el padre campesino, la hija que estudió en la Universidad con una beca y el nieto ingeniero que, hoy por hoy, trabaja en Dubait”, matiza el periodista.

Iñaki Gabilondo recorre la geografía española con la intención de despertar la memoria dormida de la sociedad

La mujer, la familia, la cultura, la economía, los derechos, las artes y el deporte son algunos de los conceptos que el periodista utiliza para mostrar al espectador la modernización que ha vivido España.

Manuela Carmena, Fernando Aramburu, Elvira Lindo, Fernando Grande Marlaska, Ainhoa Arteta, Ferrán Adriá, Carmen Machi, Jose Luis Garci, Pedro Delgado o José María Álvarez Pallete son algunos de los protagonistas con los que el Gabilondo aborda esos cambios a través de sus confidencias y vivencias personales.

“Quería acercarlo al territorio donde la vida se vive", explica el periodista, convencido de que el país ha realizado un "viaje extraordinario, digno de elogio y de satisfacción".

Sostiene Gabilondo que la Transición es una etapa de la que la ciudadanía debería sentirse orgullosa

Sostiene Gabilondo que la Transición es una etapa de la que la ciudadanía debería sentirse orgullosa, “no en vano es el resultado de la voluntad de acuerdo entre gente de tantísima divergencia ideológica, el resultado del esfuerzo de gente que fue capaz de lograr algo consensuado y de provecho".

Cuando recuerda aquellos años confiesa que él no veía nada claro el resultado. “No me he repuesto de la sorpresa que viví cuando asistí al proceso de la Constitución. De verdad, no creía que aquella diversidad ideológica llegara a buen puerto, si hemos aprendido algo es que cuando hay voluntad, al final, se encuentran vías de entendimiento. No obstante, hay que hacer un esfuerzo titánico".

En La vista atrás Gabilondo rehuye de la política, como rehuye también en la entrevista de cuestiones políticas, aunque no puede evitar mostrar cierto rechazo al proceso de descalificación que parece que vive hoy esta etapa reciente de la Historia española.

Dejando a un lado el problema territorial, los grandes retos son la Educación y el paro de los jóvenes

Admite que, con el óxido del tiempo, el catálogo de fallos puede resultar amplio, pero “sería completamente idiota detenernos ahí y no observar todo lo importante”. Iñaki Gabilondo está convencido de que "cuando España tiene un proyecto es capaz de hacer muchas cosas y cuando no lo tiene empieza a vivir paranoias disgregadoras y líos formidables".

Cuarenta años después, ¿cuáles son los grandes retos de la España del siglo XXI?

“Dejando a un lado el problema territorial, los grandes retos son la Educación y el paro de los jóvenes. A lo que habría que sumar lo que hemos bautizado como la España vacía, la rural, la que se queda en la cara oculta de la luna y que es la mayoría del territorio”, afirma tajante.

Admite el maestro que “vivimos en una época en la que hemos dado un paso atrás tratando de convertir en delito asuntos que no dejan de ser groserías, impertinencias, incluso, estupideces que deberían calificarse como tales y que están recibiendo tratamiento casi inquisitorial”. En ese aspecto considera que hemos dado un paso atrás. “Con planteamientos así hoy estaría prohibido hasta Shakespeare. Yo no tengo la receta para acabar con esto, habrá que denunciarlo y después la sociedad ya verá como lo soluciona”, concluye.