Una nueva entrega de La isla de las tentaciones 6 vio la luz este lunes en Telecinco. El capítulo comenzó con el apasionado —y largo— beso entre Naomi Asensi y Manuel Napoli, que tuvo lugar justo después de que la valenciana se enfrentase a unas duras imágenes en la hoguera de las tentaciones en las que vio a su novio, Adrián Blanch, besando a su tentadora favorita, Keyla Suárez.

Después, se pudo ver otro de los momentos más esperados de la noche: el encuentro entre David Vaquero y su suegra Silvia, madre de su todavía novia, Elena. No era la primera vez que ocurría esto: en la cuarta edición, la madre de Rosario Cerdán viajó a República Dominicana para encontrarse con Álvaro Boix, causando un cambio de actitud en este, aunque no duró mucho.

Sin embargo, todo apunta a que esta situación será distinta. En cuanto vio a Silvia tras la noche de hogueras, David se llevó las manos a la cabeza y dijo "qué vergüenza", oliéndose lo que se avecinaba. Aunque vieron las imágenes de la convivencia más tarde, al verle, Silvia dijo:

"Has cambiado a una Barbie por una muñeca Chochona", comentó, en alusión a María, la malagueña con la que David estaba teniendo relaciones sexuales. Después, la invitada vio los tórridos vídeos junto a David, y no dejó de hacer comentarios sarcásticos mientras tanto, afeando lo que veía.

"Uy, qué bonito, qué paisaje, qué espectáculo, qué finura. ¡Mira cómo trota el caballito de mar!", dijo, recordando el apelativo cariñoso con el que se había referido siempre a su yerno.

"Sales muy poco favorecido en las imágenes, porque la persona que tienes al lado no te favorece. Igual que te gusta ella, a mí me gustan los helados, pero no me los como todos, porque sé que me pueden sentar mal y me empachan... mi niña no se merecía esto", lamentó Silvia, dejando a un lado el tono cómico.

Por su parte, David intentó transmitirle a su suegra que no quería hacerle daño a Elena, que lo que había pasado había surgido por el contexto en el que se encontraban y que todavía quería mucho a su hija.

Sin embargo, en un nuevo giro de los acontecimientos, el joven llegó a Villa Playa riéndose, dejó claro que no pensaba cambiar su actitud y que no se arrepentía. "Ha sido el momento más difícil de mi vida... pero vaya culo le salía a María", dijo, entre risas.