Tras una semana sin emisión por las elecciones gallegas, este domingo ha vuelto Lo de Évole con Carlos Alsina, director de Más de uno en Onda Cero, uno de los programas matinales más seguidos de la radio española. La entrevista prometía arrojar algo de luz sobre quién es Alsina cuando no está en el estudio, pero nada más lejos de la realidad. Siguiendo el consejo de una compañera, el periodista ha querido poner "un biombo" que separase claramente aquello que quería que se supiera de él y aquello que no.

Alsina ha reconocido que había rechazado muchas veces aparecer en televisión, un medio en el que no se siente cómodo, para el que no se ve válido y del que no disfruta, por obligarle a limitar sus expresiones y su gestualidad.

También que está cansado de su condición de líder de opinión, una posición que le exige estudiar cada cuestión antes de emitir un juicio, y que disfruta mucho más de la segunda parte de su programa, la dedicada a la cultura, que de la política, algo que no le interesa tanto como parece.

Eso no le ha impedido analizar la actualidad y también contar qué decide primar en su labor periodística, manteniéndose al margen de desayunos y reuniones privadas con líderes que podrían generar incomodidad en las entrevistas. Alsina ha recordado que Yolanda Díaz no ha acudido aún a su programa pese a las propuestas, como tampoco lo hicieron Irene Montero y Pablo Iglesias mientras formaban parte del Gobierno. Algo que, según el periodista, no se debe a ningún sesgo ideológico.

Yolanda Díaz, la entrevista que se le resiste

"Quien evita venir es quien tiene responsabilidades. El peso de la crítica de quien hace este programa está siempre en el Gobierno del país. Cuando están en la oposición a todos les encanta lo que hacemos", aseveró.

Precisamente una de sus entrevistas más virales fue la que le hizo a Pedro Sánchez en junio de 2023, tras "cuatro años vetados", como el propio comunicador apuntó. En la tensa conversación, Alsina citó una serie de cuestiones en las que el presidente había cambiado diametralmente su posición.

Carlos Alsina durante la entrevista con Jordi Évole en La Sexta, | Atresmedia

"Para Pedro Sánchez lo principal es la competición política y ganar. Esa idea ha devaluado el valor del compromiso, de la palabra, de los principios y de la coherencia. Sánchez asume la posición que le venga bien en cada momento. No porque cambie de opinión, sino porque eso es lo más útil de defender", ha asegurado.

Su opinión sobre Sánchez ha abierto el debate con Évole acerca de lo que es mentir y lo que es cambiar de opinión. A este respecto, Alsina tiene claro que lo que le mueve es su "capacidad de defender el valor de la palabra y de la verdad frente a quienes creen que la mentira es discutible cuando es útil". También critica la simplificación de la política que hace que todo aquello que haga el PSOE se considere "de izquierdas" y que toda crítica a esas decisiones se considere propio de la "fachosfera".

"Si no aplaudes a Sánchez, te colocan en la fachosfera"

"La amnistía es discutible, pero no es algo de izquierdas. Subir la alambrada para que los inmigrantes no salten y devolver a los menores a Marruecos será de Sánchez, pero no de izquierdas. ¿Desde cuándo ha sido de izquierdas entregar el Sáhara a Marruecos?", se pregunta el comunicador.

Alsina ha comparado esa dicotomía, que lleva a mucha gente a creer que quien no apoya las medidas del PSOE no es de izquierdas, con la que en el pasado servía para tachar de "proterroristas" a quienes criticaban la política antiterrorista de Aznar. Siguiendo esa línea, ha lamentado la tendencia del Gobierno de Israel a llamar proterrorista a cualquiera que emita un discurso contra sus acciones en la franja de Gaza: "Me molestó mucho que en un comunicado señalaran a Ione Belarra e Irene Montero. No coincido mucho con ellas, pero sé que no son terroristas".

El periodista ha contado también que sentía hacia Felipe VI la simpatía propia de compartir generación y de entender que la situación que atraviesa la monarquía en España es complicada, pero puso dos objeciones a su desempeño: que no dé entrevistas y que no hable claramente en sus discursos.

"Como Jefe del Estado debería responder por su responsabilidad pública. Tendríamos que poder preguntarle sobre su desempeño, aunque es algo que nunca ocurrirá por el riesgo de hacer algo nuevo", reflexionó. De las muchas preguntas para Felipe VI que tiene acumuladas, la primera sería "¿por qué es conveniente tener una monarquía parlamentaria en lugar de una república?".

Haciendo balance de su trabajo en la radio, Alsina ha reconocido que el momento más complicado de su carrera fue el programa en la mañana del 11-M –"no sabía prácticamente nada sobre aquello de lo que estaba informando"–, así como los primeros días del confinamiento que, pese a su dureza, le hicieron "acercarse mucho más a los oyentes".