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Baleares es la comunidad con mayor tasa de feminicidios de la década

Las Islas ya fueron con anterioridad la comunidad con mayor tasa de feminicidios. Más en concreto, en los años 2012, 2013 y 2014.

Baleares es la comunidad autónoma de España con mayor tasa de feminicidios por cada millón de mujeres mayores de 15 años en el trienio 2016-2018 y entre 2009 y 2018, según el 'Observatorio contra la Violencia de Género' del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Las Islas ya fueron la comunidad con mayor tasa de feminicidios en los años 2012, 2013 y 2014.

En concreto, las Islas cuentan una media de 4,82 casos por cada millón de mujeres mayores de 15 años. Asimismo, en el trienio 2016-2018, murieron siete mujeres en Baleares por violencia de género, un ratio por 100.000 habitantes del 0,62. En este periodo, hubo 151 feminicidios en toda España.

Según los datos del informe, en Baleares se registraron en 2010 dos asesinatos de mujeres, en 2011, un caso; en 2012 dos casos; en 2013, otros dos; en 2014, tres; en 2015, uno; en 2016, seis, ningún caso en 2017 y un el pasado año 2018.

De las siete mujeres muertas entre 2016 y 2018, tan dos habían presentado denuncia previa.

Datos nacionales

A nivel nacional, el número de mujeres que murieron a manos de su pareja o expareja en España entre el 2016 y 2018 fue de 151, un 11,2 por ciento menos que en el trienio anterior, y de ellas, 46 víctimas (un 30,5%) había denunciado a su agresor.

El CGPJ subraya que Galicia y Cataluña son las comunidades autónomas en las que esta tasa es "anormalmente baja". En la comunidad gallega fueron asesinadas nueve mujeres por sus parejas y solo una había denunciado malos tratos (11,1 por ciento), mientras que en el caso de la catalana, de 23, solo tres (13 por ciento) interpusieron denuncia.

La media de edad de las víctimas fue de 43,5 años, muy similar al promedio registrado en periodos anteriores. Es decir, cerca de la mitad de las mujeres asesinadas se sitúan entre los 26 y los 45 años.

El silencio, "un factor de riesgo"

El Observatorio señala que el silencio de la víctima es un "factor de riesgo para la vida de las mujeres maltratadas". "Las víctimas de la violencia machista viven atenazadas por el pánico, que les impide denunciar por temor a represalias", lamenta.

En este sentido, destaca que la denuncia es el paso previo necesario que permite a las distintas administraciones iniciar los trámites para la concesión de ayudas, adopción de medidas de protección e investigación de los hechos que pueda concluir con la condena al agresor.

Asimismo, hace un llamamiento a la sociedad, pues la contribución de los familiares de las víctimas o de terceras personas puede llegar a ser "decisiva". En esta línea, ve "preocupante" que el entorno de la víctima sólo presentase entre el 5% y el 7% del total de denuncias.

El 43% de las víctimas tenían hijos menores

Según los datos del Observatorio, a causa de la violencia machista, 102 menores de edad quedaron huérfanos entre 2016 y 2018 por haber perdido a sus madres. El 43% de las víctimas tenía hijos menores de edad en común con el agresor o bien fruto de una relación anterior.

El 75% de las víctimas eran madres, un dato que indica que la maternidad --junto con la pobreza, la dependencia económica o por discapacidad y el embarazo-- es un factor que hace más vulnerables a las mujeres víctimas de la violencia machista y que guarda relación con el elevado porcentaje de casos sin denuncia previa. A juicio de la institución, "el miedo atenaza a la víctima, que no denuncia para proteger a sus hijos".

Según los datos analizados, el 64,9% de las víctimas vivía con el agresor en el momento de su muerte y el 45,7% tenía o había tenido un vínculo matrimonial con el victimario. Si se tienen en cuenta los diez últimos años, ese vínculo existía casi en la mitad de los
casos: marido (42,8%), exmarido (3,8%), otra relación afectiva actual (29,3%) u otra relación afectiva terminada (24%).

En cuanto a la nacionalidad de la víctima, las dos terceras partes (el 64,2 por ciento) de las asesinadas en el periodo analizado eran españolas; el otro 35,8 por ciento eran extranjeras, un dato que, según el Observatorio, vuelve a poner de manifiesto la vulnerabilidad de este colectivo de mujeres.

En cuanto al agresor, durante el trienio analizado la edad media era de 48,2 años, cinco años más que el promedio de edad de las víctimas. La mayoría de los victimarios (65,8%) eran españoles y los extranjeros procedían en su mayoría, como las víctimas, de Europa y América Latina, siendo en ambos casos el 41,5% del total. Los países de mayor procedencia son Rumanía, Colombia y Marruecos. En la mayoría de los casos (83% ), la víctima y agresor compartían nacionalidad.

Casi la mitad fueron detenidos

Entre 2016 y 2018, un 47% de los victimarios fueron detenidos, un 16,6% se entregaron; el 22,5% se suicidaron; el 13,2% se autolesionaron (tentativa de suicidio) y el 0,7% huyeron.

En el 81% de las veces, el crimen se cometió en el domicilio. Los siguientes lugares más frecuentes fueron la vía pública y el vehículo, ambos en un 6% de los casos, y el trabajo (2%).

En cuanto al método empleado, el 46% de las muertes lo fue por arma blanca y el 20% por asfixia o estrangulamiento. Los golpes y golpes con objetos fueron causa de la muerte en el 13% de los casos, el mismo porcentaje en el que aparece el uso de arma de fuego.

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