José Enrique Abuín Gey, también llamado 'El Chicle', ha pasado estos días por el banquillo de los acusados para dar respuesta al que es uno de los crímenes más mediáticos acontecido en Galicia en los últimos años: la desaparición y asesinato de la joven madrileña de 18 años Diana Quer. Este crimen al que se enfrenta como autor confeso y único acusado, puede suponerle una pena de prisión permanente revisable.

Los últimos mensajes, el teléfono móvil que finalmente se encontró en el mar en Taragoña y la reconstrucción de los últimos movimientos o declaraciones que obtuvieron los investigadores no arrojaron luz sobre lo que había acontecido a la joven. La inexistencia de pistas a medida que se sucedían los meses provocó que en abril de 2017, el juez instructor, Félix Isaac Anido, archivara provisionalmente la causa dirigir el procedimiento frente a una persona determinada, tal y como recoge Europa Press. No sería hasta finales de ese mismo año cuando tuviese lugar un hecho delictivo que provocó el hallazgo del cadáver de Diana y el arresto del autor confeso de su muerte.

Esto sucedió en los últimos días de diciembre de 2017, cuando una joven de Boiro denunció haber sido víctima de un intento de rapto y de violación (por el que hoy en día está condenado El Chicle) y señaló a Enrique Abuín como el responsable. La policía, que había situado a El Chicle entre los principales sospechosos del caso Quer, procedieron a su detención y ya en el interrogatorio, este confesó haber sido el responsable de la muerte de la joven y los llevó hasta el cuerpo. El 31 de diciembre, el cadáver de Diana Quer era localizado en un pozo ubicado en el interior de una nave industrial abandonada en Asados, en Rianxo, próxima a la vivienda de los padres de su presunto asesino, 500 días después de su desaparición.

Uno de los puntos claves en este caso reside en dilucidar si Diana Quer sufrió agresión sexual, como defienden tanto la Fiscalía como la acusación, que ejercen sus padres, y como sostiene el auto de apertura de juicio oral. Esta circunstancia sería necesaria para que, junto al delito de asesinato, José Enrique Abuín Gey fuese condenado a la pena de prisión permanente revisable, que piden para él la familia de la víctima y el Ministerio Público.

Estrangulada con una brida

Los médicos encargados de estudiar el cadáver de Diana Quer sostienen que las lesiones que encontraron en los huesos de su cuello apuntan a que fue ahogada utilizando una brida, y no con las manos, a la vez que han añadido que en la corredera del objeto "quedaron atrapados pelos" de la joven. Los forenses afirman que en su profesión "nada es cien por cien", pero se ha reafirmado en más de una ocasión que estas lesiones son "más compatibles con el uso de la brida".

Han especificado que la joven tenían fracturado el hueso hioides del cuello, lo que refleja una fuerte presión "de adelante hacia atrás" y no como señaló El Chicle, que afirmó agarrar "accidentalmente" su cuello.

El experto Fernando Serrulla ha señalado que también estaban fracturadas las "apófisis espinosas" de algunas vértebras, lo que es "más compatible" con una brida que, al meterse en el canal entre una vértebra y otra por la parte posterior del cuello, hubiese aumentado mucho "la presión de los músculos, favoreciendo que se rompan estas hipófisis espinosas al tiempo que el hioides". "Creemos que la brida tiene un papel importante en la lesión", ha sentenciado.

En relación a la probabilidad de que El Chicle hubiese roto el cuello de la joven durante la agresión, que implicaría la muerte inmediatamente, ha sido descartado por todos los forenses. "Romper el aparato ligamentoso de una persona viva, más joven, de forma manual, es muy difícil", ha dicho Fernando Serrulla, "se necesitan 20 veces la fuerza de una persona normal". Del mismo modo, ha ratificado la fuerza que tiene esta herramienta: "Con una brida se puede matar a una vaca".

¿Hubo o no violación?

Diana Quer tenía en sus genitales un "edema importante", en particular, en los labios mayores, hinchazón que explicaría una violación, tal y como ha detallado en la octava sesión de la vista oral el jefe del servicio de Patología del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), José Blanco Pampín. El experto era, en un principio, el que iba a estar al cargo de la autopsia inicial al cadáver de Diana, pero estaba de baja laboral y su papel ha sido posterior, cuando la Audiencia Provincial de A Coruña ordenó, al atender la petición de la familia de la víctima, revisar y aclarar algunos aspectos de la misma, tal y como explica Efe.

Esta fase fue puesta en marcha gracias a las fotografías tomadas por la Guardia Civil en la sala de autopsias, donde pudo verse ese "fenómeno vascular" compatible, ha indicado Blanco Pampín, con un acto sexual con maniobras "repetidas con cierta violencia". Sin embargo, no hizo alusión a ese hallazgo porque afirma no haber recibido preguntas y solo se le consultaba por lesiones externas o de continuidad.

El presidente del tribunal, Ángel Pantín, se ha mostrado perplejo antes el hecho de que esta lesión en la vulva no haya sido revelada anteriormente, y Pampín se ha excusado diciendo que no era su intención la de "ocultar nada" y que simplemente había atendido la cuestión formulada. Sin embargo, a Pantín le ha afectado que no haya advertido antes de ello.

La tesis de Pampín choca con la del equipo que realizó la autopsia de la joven madrileña. Uno de estos forenes, Alberto Fernández, ha explicado que durante el examen a los restos de Diana "no se encontraron" lesiones genitales, lo que no significa que se pueda descartar la agresión.

En caso de que se demuestre que el único procesado en este caso, José Enrique Abuín Gey, El Chicle, violó a Diana Quer es para las acusaciones, particular y Ministerio Fiscal, algo fundamental, ya que de esto podría depender que la condena sea la prisión permanente revisable.