Una ola de violentos motines se ha desarrollado en varias cárceles de Italia por el miedo de los presos a que se propagase el coronavirus en los centros penitenciarios. La prisión en la que se han vivido los episodios más violentos ha sido la de la localidad de Sant'Anna de Módena, en la Emilia Romaña, al norte del país. Seis personas han muerto y otras seis han sido detenidas después de que un grupo de presos comenzase a protestar.

Además de Módena, los incidentes también se han dado en centros de Foggia, Milán y Palermo. En la primera de estas localidades, una veintena de presos lograron escapar de sus celdas destrozando una puerta y treparon a los tejados con la intención de exigir mayores garantías de seguridad contra el coronavirus. Finalmente, la policía logró bloquearlos.

La cárcel de Ucciardone, Palermo, ha detenido a varios presos cuando intentaban escapar. En Milán también se subieron al tejado a modo de protesta y llamada de atención. En Verona y Alessandria dos de los reclusos robaron drogas psicotrópicas de la enfermería durante las protestas y murieron por sobredosis de las mismas.

En el hospital policlínico de Módena hay cuatro presos heridos en estado grave y con pronóstico reservado. El secretario general de la policía penitenciaria ha explicado: “En 25 años no he visto una situación de este tipo. Por citar las palabras de un colega: ni un huracán habría provocado algo tan devastador. Es una situación muy triste de ver. Sobre las causas precisas no puedo explicarme o lanzar hipótesis pero desde hace años el sistema carcelario tiene políticas erróneas como la vigilancia dinámica”.

Este lunes se celebrará a través de la Prefectura de Milán una reunió del comité provincial de orden y seguridad pública para tratar el tema del coronavirus y abordar la tensa situación que se está viviendo en las cárceles.