Ante la situación de emergencia generada con motivo de la crisis del coronavirus, la Fundación ”la Caixa” va destinar tres millones de euros a ayudas extraordinarias para la alimentación de familias vulnerables.

Se calcula que esta inyección económica puede contribuir a paliar la situación de más de 10.000 familias que la entidad atiende de forma habitual a través de su programa CaixaProinfancia. En concreto, las familias perecibirán una ayuda de 300 euros cada una a través de una tarjeta que permite comprar en los establecimientos de alimentación.

Estas ayudas se canalizaran a través de las 400 entidades sociales que implementan el programa CaixaProinfancia. La iniciativa tiene como objetivo ofrecer un apoyo económico a personas en riesgo de exclusión, que pueden ver afectadas sus fuentes de ingresos en el contexto actual.

El año pasado más de 62.000 menores y 37.000 familias se beneficiaron de ayudas educativas y sociales de CaixaProinfancia

Y es que el programa trabaja con la premisa de que las condiciones de entorno, como la salud, la organización familiar o la red social, influyen directamente sobre los procesos de aprendizaje y la escolarización, de manera que los niños y adolescentes que viven en contextos vulnerables tienen más dificultades para alcanzar el éxito escolar.

En situaciones como la que estamos viviendo, son las familias con menos recursos las que más sufren el impacto que tienen estas crisis. Ese es el motivo por el que la Fundación Bancaria “la Caixa” ha reforzado su acción sobre estas familias, centrándose en la alimentación infantil.

CaixaProinfancia es el programa de atención a la infancia en situación de pobreza y exclusión está dirigido a familias con niños y adolescentes de entre 0 y 18 años en situación de vulnerabilidad. El pasado año atendió a más de 62.000 menores y 37.000 familias en toda España, destinando más de 60 millones de euros en ayudas educativas y sociales.

El objetivo del programa es romper la línea de transmisión de la pobreza de padres a hijos, favoreciendo el pleno potencial y las capacidades de los menores. Este objetivo se concreta en el desarrollo de cinco grandes líneas de trabajo: refuerzo educativo, educación no formal y tiempo libre, apoyo educativo familiar, atención y terapia psicosocial, promoción de la salud.