Unas 3.000 personas han vuelto a salir este sábado a las calles de Múnich, muchas de ellas descuidando la distancia de seguridad, en protesta por las restricciones impuestas en Alemania y en la región de Baviera para evitar contagios con coronavirus.

Un portavoz de la Policía de la capital bávara ha explicado que los organizadores habían presentado una solicitud para manifestarse pero solo para 80 personas, añadiendo que querían reunirse en público para abogar por la protección de los derechos civiles.

Testigos señalaron que los manifestantes, entre los que había opositores a la aplicación de vacunas, acusaron a las autoridades del ámbito político y también a los médicos de generar pánico y de recortar los derechos básicos de la población.

El portavoz añadió que la Policía trató mediante altavoces de instar a los manifestantes a respetar las medidas de prevención, pero desistió de disolver la protesta, ya que todos los participantes se comportaron pacíficamente.

Por otro lado, los agentes disolvieron un manifestación simultánea organizada por un grupo de derechas, a la que acudieron 25 personas.