Nuestros vecinos europeos cada vez tienen más motivos para venirse a vivir a España. Al sol, al clima y las playas se suman la doble crisis del Covid y energética que ha derivado en una escalada de precios. El menor coste de vida de España hace más holgados sus bolsillos gracias a sus salarios más elevados. A alemanes, suecos, franceses, noruegos... los argumentos se les apilan en sus idiomas y sus calculadoras. Lo más significativo es que ya no esperan a la jubilación, son más jóvenes y vienen con sus familias, muchos a poner sus negocios y, la mayoría, a teletrabajar bajo el sol que más calienta y menos cuesta.

La acogedora y elegante inmobiliaria de Nadine Starck en la pequeña localidad de Benidoleig, junto a Dénia, en la Costa Blanca alicantina, está ideada para los bolsillos acaudalados de alemanes y austriacos que buscan una residencia que comprar en la costa. La villa en España, esa aspiración inmobiliaria centroeuropea y nórdica se puede materializar entre la oferta de la inmobiliaria Starck-Estates.

“Hay un gran boom de alemanes en estos momentos, la verdad”, dice sin dudar. Asegura que a su inmobiliaria llegan gracias al boca a boca de clientes satisfechos, aunque los anuncios con su rostro se pueden ver por la vecina Dénia donde el alemán rivaliza con el castellano y valenciano como lengua local. Alemania atraviesa un momento difícil ante la perspectiva de un “duro invierno”, como calificó su gobierno por culpa de la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania

Reclamo publicitario para comprar cas en España.

Aquí sí que se puede vivir gran parte del año sin calefacción"

Gitte Lund Thomsen, edil de torrevieja

“Hemos tenido una visita y la chica me comentaba que están vendiendo su casa en Alemania y que no sabía cómo enfocar la venta de su vivienda. Es decir, si vende casa con bombona de gas llena o si vende bombona de gas llena con casa”, bromea la agente inmobiliaria. “En Alemania están preocupados con la situación política”, añade más seria.

A 160 kilómetros al sur de Dénia por la A7, en la ciudad costera de Torrevieja, la comunidad escandinava crece también al calor del sol mediterráneo. "Desde la pandemia notamos que esta compra de segunda residencia sigue en aumento, pero además se nota como familias más jóvenes vienen a establecer su residencia habitual en España con niños pequeños”, afirma la abogada Jenny Pacheco Falk que dirige Torrevieja Consult (TCO), una empresa familiar con más de 25 años de servicios a residentes foráneos a quienes ayuda con trámites, compras y todo lo relacionado con la puesta en marcha de negocios. “Notamos mucho que se están abriendo nuevas empresas de todo tipo, escandinavos que traen sus negocios aquí, que quieren implantarse aquí”, añade. 

Gitte Lund Thomsen, concejala de Residentes Internacionales del Ayuntamiento de Torrevieja, destaca que en su localidad se han instalado empresas de atención telefónica, finlandeses que atienden llamadas desde Torrevieja a clientes de empresas en Finlandia. “Conozco gente que ha estado trabajando aquí durante el Covid y está pensando hacer su residencia más permanente”, asegura la edil.  En materia de ahorro por coste de energía la concejala subraya que en su localidad hay “un potencial para ahorrar energía, porque aquí sí que se puede vivir gran parte del año sin calefacción”.  

Turistas en la playa urbana de Torrevieja.

En el consulado de Suecia en Torrevieja las trabajadoras se afanan en preparar las cabinas y las papeletas para que los suecos de la zona ejerzan su derecho a voto. “Sólo en Alicante yo calculo que hay unos 70.000 suecos”, afirma el cónsul Bjorn Sandstrom. “Hay muchísimo interés para pasar gran parte del año aquí y durante este año se nota muchísimo la diferencia. Hay mucha, muchísima más gente que compra ahora que antes. Esto seguramente era la pandemia que llevamos casi dos años ahí, sin movimiento”, nos cuenta desde su despacho donde la temperatura del aire acondicionado recuerda a las temperaturas invernales de Estocolmo. 

“Al vivir aquí se ahorra porque es mucho más barato vivir aquí en España que en Suecia, por todos los gastos en general. Yo diría que la cesta de la compra, a lo mejor no es la mitad de precio, pero se ahorra un 40%. Lo demás es más barato también. Y luego tenemos el clima, que es uno de los mejores y es muy fácil de llegar en tres horas y media en un avión y estás aquí, sin escalas”, asegura el cónsul.

Infraestructuras óptimas

La ubicación de Dénia, equidistante de dos aeropuertos grandes en Alicante y Valencia, hace muy atractiva la localidad para los alemanes que tienen más oferta dónde elegir vuelos. A esta infraestructura hay que sumar las óptimas conexiones telemáticas de España. “Lo que es el tema de la infraestructura, lo que es la fibra óptica, internet está mucho mejor aquí que en Alemania. Entonces la gente viene aquí a teletrabajar, hace doce años iba con gente de casi sesenta, los que tenían el dinero. Pero es que ahora voy con chavalillos, que ya tengo que decirles yo a ellos que me tuteen”, afirma Nadinne Starck, que es alemana de nacimiento pero lleva cerca de treinta años residiendo en Alicante.

Residentes extranjeros en una terraza en Dénia.

La fibra óptica, internet está mucho mejor aquí que en Alemania"

Nadinne Starck, agente inmobiliaria

Robert Myhre tiene un despacho de abogados en Oslo y posee tres inmobiliarias bajo el nombre Advokat Robert Myhre en Orihuela, Torrevieja y Alicante capital. “El fenómeno no es nuevo, lleva siendo así 30 años, si bien continúa”, asegura. Para él la principal razón es el clima. “Los noruegos tenemos muy mal tiempo en invierno, esto es de sobra conocido, y siempre hemos buscado lugares más cálidos. Lo diferente respecto a hace años es que antes los noruegos iban mucho a Grecia, y eso ha desaparecido y todo el mundo mira hacia España que ha crecido en el ranking de los países a los que ir”. Después del buen tiempo la razón económica también pesa en la decisión de los noruegos. “Nuestra economía es muy fuerte y siempre que hay una crisis como la del Covid la gente tiene la sensación de que ha llegado el momento de comprar, porque puede ser más barato. Por ejemplo, mi hermana compró un piso en Torrevieja durante el Covid e hizo todo por Internet”, afirma.

Además de estos motivos el abogado noruego aduce que el talante español es otra razón, “son muy acogedores, mucho más que Italia y Grecia, allí no son tan bienvenidos como se sienten en España”.  Y además de llevarse bien con los españoles los noruegos se llevan muy bien con ellos mismos. “Todo el mundo conoce a alguien que tiene una casa en Torrevieja o en Alfaz del Pi. Así que tienes siempre ese mensaje de tienes que comprar, tienes que comprar’”. 

Myhre confirma la mayor presencia de gente joven residiendo en Alicante. “En Torrevieja tenemos dos colegios y una guardería noruegos. Así que puedes hacer una vida noruega. Lo que ha conducido a esto ha sido, claramente, Internet, porque durante el Covid nos hemos dado cuenta de que podemos trabajar desde España. Yo trabajo la mitad de mi tiempo en España y la otra mitad en Oslo. Tengo reuniones online y nadie sabe desde donde estoy conectado”.

En el coste de la vida Myhre destaca un producto; el alcohol. “Es una gran diferencia, puedes vivir una vida placentera, tomar un vino en casa o en un restaurante”. Parece un tópico convertido en pilar de nuestra cultura y economía, pero es un hecho. "Cualquier copa de cerveza, de vino, esto está casi intocable ahí", asegura la consultora Jenny Pacheco.